Entender la bioeconomía

La bioeconomía propone el uso inteligente de los recursos para garantizar el bienestar socioambiental

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Avanzar hacia el desarrollo sostenible se ha convertido en una clara urgencia en la agenda de la sociedad. Incluso en el mundo empresarial, la sostenibilidad está en juego. Empresas que antes solo pensaban en el beneficio, ahora optimizan sus procesos a través de la sostenibilidad corporativa. Otro campo de estudio preocupado por el consumo consciente y en equilibrio con el medio ambiente es la bioeconomía o economía sostenible. El objetivo de la bioeconomía es ser una economía enfocada en el uso de recursos biológicos, reciclables y renovables, es decir, más sustentable.

Hoy en día, la sostenibilidad es un imperativo para el éxito de las empresas, que necesitan cada vez más ofrecer valor añadido y estilo de vida , no solo mercancías. La preocupación por el medio ambiente se convierte en una ventaja competitiva en mercados cada vez más exigentes y desafiantes. De esta manera, se prolonga la longevidad de la marca, debido al fortalecimiento de su reputación y credibilidad.

Para el desarrollo sostenible, las empresas deben estar respaldadas por buenas prácticas de gobernanza, con beneficios sociales y ambientales. Esta metodología influye en las ganancias económicas, la competitividad y el éxito de las organizaciones.

¿Por qué la sostenibilidad es tan importante para la economía? La población crece en número y en capacidad de consumo; como resultado, la demanda por el uso de recursos naturales aumenta de manera insostenible. El uso de matrices no renovables tiende a agotar y contaminar el medio ambiente. Para romper este paradigma, existen conceptos económicos que proponen una nueva forma de gestionar la sociedad, como la Economía Circular y la Bioeconomía.

¿Qué es la bioeconomía?

La bioeconomía está íntimamente ligada a la mejora de nuestro desarrollo, en la búsqueda de nuevas tecnologías que prioricen la calidad de vida de la sociedad y el medio ambiente en su eje de elaboración. Agrupa a todos los sectores de la economía que utilizan recursos biológicos.

El concepto apareció hace medio siglo. El economista rumano Nicholas Georgescu-Roegen adoptó los principios de la biofísica en las ciencias económicas. En opinión de Roegen, el proceso de producción de bienes materiales disminuye la disponibilidad de energía para el futuro y, en consecuencia, afecta la posibilidad de que las nuevas generaciones produzcan más bienes materiales. La entropía, un concepto definido por el físico alemán Clausius en 1850, juega un papel central en la bioeconomía. La energía debe incluirse en el análisis de los procesos económicos. La energía total del universo es constante, pero la entropía total aumenta continuamente, es decir, tenemos cada vez menos energía utilizable. Los recursos naturales de alto valor (baja entropía) se convierten en desperdicio (alta entropía) sin valor. Estos conceptos de biofísica pueden parecer un poco complicados,pero básicamente significa que una tecnología no es viable a menos que sea capaz de mantenerse sin reducir el stock de recursos no renovables.

Así, la bioeconomía surgió para posibilitar soluciones efectivas y coherentes a los problemas socioambientales contemporáneos: cambio climático, crisis económica global, sustitución del uso de energías fósiles, salud, calidad de vida de la población, entre otros.

La Comisión Europea, por ejemplo, para lograr este objetivo, estableció la bioeconomía como una estrategia y plan de acción que se centra en tres aspectos fundamentales: desarrollo de nuevas tecnologías y procesos para la bioeconomía; desarrollo del mercado y competitividad en los sectores de la bioeconomía; incentivo para que los responsables políticos y las partes interesadas trabajen juntos.

El objetivo es una economía innovadora con bajas emisiones, que concilie los requisitos para la agricultura y la pesca sostenibles, la seguridad alimentaria y el uso sostenible de recursos biológicos renovables para fines industriales, garantizando al mismo tiempo la biodiversidad y la protección del medio ambiente.

La bioeconomía contempla no solo sectores tradicionales como la agricultura, la silvicultura y la pesca, sino también sectores como las biotecnologías y las bioenergías.

Conceptualmente, podemos definir la bioeconomía como la aplicación de conocimientos biológicos, en un entorno sostenible, a productos competitivos y con la agregación de operaciones económicas. Depende de la investigación en biociencias, tecnologías de la información, robótica y materiales.

La biotecnología moderna ya permite crear muchos productos y procesos que se adaptan a la bioeconomía, como energías renovables, alimentos funcionales y biofortificados, biopolímeros, bioplaguicidas, medicamentos y cosméticos. Con los avances en biología sintética, la tendencia es que surjan cada vez más biofarmacéuticos, bioinsumos y bioproductos. Parece que el futuro definitivamente será bio .

Brasil y la bioeconomía

Brasil tiene una enorme riqueza natural, razón que abre una ventana de oportunidades para su protagonismo en la bioeconomía mundial. Además, la competencia del país en bioenergía, habilidades agrícolas y biotecnología hacen de Brasil un actor líder en este escenario. Para participar de manera significativa en este desafío, es importante garantizar espacio para productos innovadores y bioprocesos, en segmentos vitales como la agricultura, la salud y la industria química, de materiales y energía. El país necesita adoptar políticas que alienten a investigadores, científicos y ambientalistas, al tiempo que faciliten el acceso al vasto patrimonio genético de nuestro territorio.