El accidente nuclear en Fukushima todavía tiene graves consecuencias

Incluso después de tres años, la región sigue sufriendo graves problemas debido a la contaminación radiactiva.

Fukushima es una de las provincias ubicadas en la región de Tohoku en Japón, el estado se dio a conocer luego del accidente nuclear que liberó material radioactivo, contaminando toda la región. El fuerte terremoto de 8,9 puntos en la escala de Richter, ocurrido el 11 de marzo de 2011, generó un tsunami que provocó muchos disturbios. Se destruyeron casas y edificios, murieron más de 16.000 personas.

Uno de los principales problemas provocados por el desastre fue el daño a la planta nuclear de Daiichi, que liberó una enorme cantidad de material radiactivo en la región. Como resultado, hubo una serie de explosiones en los reactores de Fukushima, que agravaron aún más la situación. Y los efectos de este desastre, aparentemente, son mucho más graves de lo que se piensa y de lo que, al menos para algunos, afirma el gobierno japonés.

Consecuencias

Las explosiones liberaron una cantidad de cesio, un metal radioactivo ampliamente utilizado en las industrias de energía nuclear y altamente explosivo en contacto con agua fría, 168 veces peor que la cantidad liberada por la bomba de Hiroshima. La exposición a la radiación puede provocar cáncer de tiroides y muchos habitantes de las regiones cercanas al accidente fueron diagnosticados con problemas en la glándula, lo que indica envenenamiento por radiación.

Uno de los problemas está en la venta de alimentos contaminados por radiación, dado que la principal industria de Fukushima es la agricultura. El gobierno permite un límite máximo de radiación de 100 bequerels por kilogramo de producto, pero los agricultores dicen que ya han recolectado productos con hasta 3,000 bequerels. Cerca de 250.000 toneladas de tierra contaminada se almacenan alrededor de Fukushima.

Según el físico Michio Kaku, este es solo el comienzo del gran problema en Fukushima, ya que aún se desconoce dónde depositar los desechos nucleares, sin mencionar el problema del agua contaminada.

Durante el tsunami, el sistema de enfriamiento de la planta resultó dañado y toda el agua utilizada en ese sistema se contaminó con material radiactivo. Aproximadamente 400 toneladas de agua radiactiva se extraen por día y se almacenan en tanques, que ahora rodean la planta de la planta, ya que nadie sabe cómo deshacerse de ellos. El peligro radica en el hecho de que se han verificado las fugas de estos tanques, y toneladas de esta agua contaminada se filtran directamente a la tierra, en dirección al Océano Pacífico, lo que pone a Fukushima en estado de emergencia.

Las agencias gubernamentales de Japón niegan esta información y se niegan a hablar de ella, pero lo que parecía haber sido un accidente nuclear menor se ha convertido en uno de los mayores desastres de la humanidad.