Chemtrails: las huellas de los aviones en el cielo impulsan la teoría de la conspiración

¿Vapor o aerosol químico?

Chemtrails

¿Conoces esas huellas blancas que dejan los aviones en el cielo? Apuesto a que, cuando eras niño, pensabas que era genial y tenías curiosidad por saber qué era. Sin embargo, teorías controvertidas han señalado que, quizás, las pistas no sean tan inofensivas.

Aunque se consideran el resultado del aire caliente y húmedo empujado por los motores a reacción y que acaban formando pequeños cristales de hielo en el cielo, una teoría de la conspiración ha llamado la atención sobre la existencia de "chemtrails". Según esta teoría, los aviones, de hecho, estarían rociando químicos y otras sustancias a la atmósfera para causar enfermedades y controlar a la población.

Lo que impulsó esta idea fue un documento emitido por el gobierno de Estados Unidos en 1990. En él, los funcionarios del gobierno buscaban comprender si existía la posibilidad de afectar el clima mediante el uso de aviones para arrojar químicos a la atmósfera.

Verdad o mentira, el "chemtrail" ha sido denunciado en varias ciudades, incluido Brasil. A pesar de las negativas del gobierno sobre este tipo de prácticas, la población se ha estado movilizando de alguna manera en torno al tema. Sin embargo, la preocupación puede extenderse a otra dimensión del problema.

Contaminación por combustible de aviones

El aumento de los viajes aéreos comerciales ha contribuido considerablemente a la contaminación del aire. El impacto ambiental del transporte aéreo se produce una vez que la quema de queroseno, el principal combustible utilizado, libera sustancias químicas altamente contaminantes que intensifican el desequilibrio del calentamiento global. Ya se sabe, por ejemplo, que vivir cerca de los aeropuertos, debido a la contaminación, puede ser perjudicial para la salud.

Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, EE. UU., Investigó cómo las emisiones de las aeronaves contribuyen al aumento del nivel de partículas en la atmósfera. Se analizaron dos vías: la emisión directa del material particulado y el material particulado formado por la fotooxidación de los gases emitidos.

La presencia de este material particulado en la atmósfera repercute en la calidad del aire y, en consecuencia, en la salud, ya que puede significar una intoxicación real del aire. El estudio demostró que, a través de la fotooxidación, se generan 35 veces más material particulado de lo imaginado. Es decir, la reacción química creada por el sol aumenta los contaminantes en los chorros liberados al aire.

Por tanto, a pesar de las dudas que rodean la teoría sobre las estelas de los aviones, la preocupación por el "chemtrail" puede alertar a la población sobre otro problema igualmente importante: la intensificación de la contaminación atmosférica provocada por la quema de combustibles de este medio de transporte.