Los medidores de agua individuales en condominios son muy efectivos para ahorrar agua

Los medidores de agua individuales en condominios pueden reducir la factura del agua en un 25% o más, conozca mejor este sistema, que será obligatorio en edificios nuevos

Contador de agua individual

El contador de agua, también conocido como reloj, es el equipo que mide la cantidad de agua consumida. El medidor registra cuánta agua ha pasado por el medidor; estos son los números que representan los metros cúbicos (m³) utilizados por la ubicación. Los medidores de agua individuales en condominios no son muy comunes en edificios antiguos, ya que la medición del uso del agua ocurre de manera colectiva, es decir, la factura total del mes se divide en partes iguales entre todos los departamentos.

Sin embargo, este sistema no es justo. Por ejemplo: quien tiene una familia numerosa consume mucha más agua que alguien que vive solo, o que está consciente y hace todo para ahorrar agua acaba teniendo que hacerse cargo de los gastos de quienes más derrochan. Una solución a este problema en los condominios es la instalación de medidores de agua individuales que brinden la medida por departamento, para que cada uno pague por lo que ha consumido. El intercambio por medición individual da como resultado una reducción en el consumo de agua general, ya que los gastos con desperdicio se sienten en el bolsillo de cada persona - generalmente en las cuentas colectivas no hay un uso racional, ya que los vecinos saben que la factura se dividirá. La medición individualizada puede considerarse un instrumento para el uso racional del agua.

Para adecuar los edificios que deseen intercambiar medidores de agua individuales, es necesario contratar una empresa especializada que analizará el sistema hidráulico del edificio y presentará el presupuesto, generalmente por apartamento. Hoy en día, una nueva ley federal requiere que los nuevos edificios instalen medidores de agua individuales ya en su construcción; esta ley entra en vigencia a partir de 2021. Aunque no existe una obligación para los edificios antiguos, existe una demanda creciente de este tipo de medición, principalmente en Región sureste, donde la crisis del agua se sintió con fuerza a mediados de la década de 2010.

Los ahorros de los cambios de medidores de agua alcanzan el 25% y el retorno de la inversión es rápido. Pero todavía hay casos en los que la factura pasó de 20.000 a 7.000, de 9.000 a 4.000, de 9.500 a 2.000. Existen varios testimonios de satisfacción con la implementación de mediciones individuales. Sin embargo, si el residente no lo sabe y usa el agua de manera irracional, su factura no bajará, es probable que aumente.

Además de la ventaja de reducir el consumo de agua, habrá una disminución en el volumen de aguas residuales y será más fácil identificar fugas en las tuberías.


Original text