Aprenda a limpiar tanques de agua

La limpieza del tanque de agua debe ser realizada cada seis meses por el propio residente

Tanque de agua

Imagen editada y redimensionada de Fronteira, disponible en Wikimedia y con licencia CC BY-SA 4.0

Muchas personas tienen dudas sobre cómo limpiar el tanque de agua, cuál es la frecuencia correcta para realizarlo y qué precauciones son necesarias en este proceso. La limpieza del depósito de agua es una medida fundamental para preservar tu salud y la de tu familia, ya que este cuidado mantiene alejadas las impurezas y hace que el agua siempre sea apta para el consumo. La limpieza del tanque de agua debe ser realizada cada seis meses por el residente, pero es necesario prestar atención a las medidas de seguridad.

En muchos casos, los tanques de agua se encuentran en lugares de difícil acceso o con riesgo de caída. Para cajas grandes, como condominios, Sabesp recomienda buscar un servicio profesional. Además, la empresa indica que para la limpieza no se utilizan cepillos de acero, lana de acero, escobas y objetos similares. Consulte los pasos y consejos de Sabesp para limpiar correctamente el depósito de agua.

Paso a paso para realizar la limpieza del tanque de agua

Sabesp garantiza la calidad del agua que suministra, controlando estrictamente todas las etapas del sistema de abastecimiento, desde el manantial hasta el caballete, en la entrada a las propiedades. Después de este tratamiento, debes hacer tu parte, limpiando el tanque de agua.

Cuando llega a tu casa, el agua es potable y libre de microorganismos nocivos para la salud. Pero si el tanque de agua no está limpio y desinfectado, todo su contenido puede contaminarse, haciendo que el agua no sea apta para el consumo y poniendo en riesgo la salud de todos los residentes. Para evitar este problema, es importante cuidar las instalaciones hidráulicas y limpiar el tanque de agua cada seis meses, de acuerdo con los siguientes pasos:

  1. Programe el día de limpieza del tanque de agua con anticipación. Preferiblemente elija un fin de semana en el que no tenga citas programadas;
  2. Asegúrese de que la escalera que da acceso a la caja esté bien colocada y que no haya riesgo de resbalar;
  3. Cierre la válvula de entrada de agua de la casa o ate el flotador;
  4. Guarde el agua de la caja para usarla mientras limpia;
  5. El fondo de la caja debe estar con un poco de agua;
  6. Tape la salida para poder utilizar ese tramo de agua del fondo y para que la suciedad no se vaya por el desagüe;
  7. Use un paño húmedo para lavar las paredes y el fondo de la caja. Si la caja está hecha de fibrocemento, reemplace el paño húmedo con un cepillo de fibra vegetal. No utilice un cepillo de alambre, escoba, jabón, detergente u otros productos químicos;
  8. Retire el agua de lavado y la suciedad con pala, cubo y paño. Seque el fondo con paños limpios y evite frotarlos en las paredes;
  9. Aún con la salida de la caja cerrada, deje entrar un poco de agua y agregue dos litros de lejía. Dejar reposar dos horas y utilizar esta solución desinfectante para mojar las paredes con ayuda de un cepillo y un balde o taza;
  10. Compruebe cada 30 minutos que las paredes se hayan secado. Si esto ha sucedido, haga tantas aplicaciones de la mezcla como sea necesario hasta completar dos horas;
  11. No use esta agua de ninguna manera durante dos horas;
  12. Pasadas dos horas, todavía con la boya atada o la válvula cerrada, abra la salida de la caja y vacíela. Abra todos los grifos y active los enjuagues para desinfectar todas las tuberías de la casa;
  13. Trate de usar esta primera agua para lavar el patio, baños y pisos;
  14. Tapar bien la caja para que no entren insectos, suciedad o animales pequeños. Esto previene la transmisión de enfermedades. La funda debe haber sido lavada antes de colocarla;
  15. Escriba la fecha de la limpieza en el exterior de la caja y la fecha de la próxima limpieza en el calendario. Abra la entrada de agua de la casa y deje que se llene la caja. Esta agua ahora se puede usar;

Limpiar el tanque de agua es una tarea importante, ya que ayuda a mantener alejados a varios animales, insectos y microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud. A la hora de limpiar el depósito de agua, estás seguro de la calidad del agua y evitas ingerir el líquido contaminado o incluso utilizarlo en la higiene alimentaria y al bañarte.