¿Puede un perro ser vegetariano?

La pregunta surge para las personas que deciden seguir el vegetarianismo.

Muchas personas deciden ser vegetarianas o veganas por motivos éticos (saber más), pero acaban teniendo dudas a la hora de alimentar a su mejor amigo. Los perros y gatos, en la naturaleza, siempre prefieren comer carne, pero ¿hasta dónde necesitan consumir proteínas animales? ¿Pueden los gatos y los perros ser vegetarianos?

Bueno, para los gatos, la respuesta es no. Los gatos son carnívoros obligatorios y si no hay carne en su comida, corren el riesgo de perder la vista y desarrollar enfermedades cardíacas.

Ahora, en cuanto a los perros, la alimentación puede ser más flexible. La opinión de los veterinarios sigue estando muy dividida.

Fue en la década de 1960 que algunos grupos de personas veganas empezaron a pensar en adaptar las mascotas a su estilo de vida. Muchos veterinarios se oponen hoy a este pensamiento, ya que los perros son animales que se consideran carnívoros, pero que pueden adaptarse a una dieta omnívora. Y también hay veterinarios que defienden la idea de que la adaptación alimentaria de los perros es similar a la del hombre.

Cuando vas a ofrecerle a tu mascota una dieta natural, contenga o no ingredientes de origen animal, es muy importante consultar a un veterinario especializado en nutrición y realizar un seguimiento sin dudarlo. La deficiencia de proteínas en la dieta de un perro hace que entre en catabolismo, es decir, comienza a degradar las proteínas en los propios músculos (incluido el músculo cardíaco) para suplir sus necesidades.

Las soluciones que la gente ha ido encontrando para combinar su filosofía con la biología del mejor amigo del hombre son las más variadas. El libro Guinnessha registrado perros de edades increíbles y el tercero registrado más longevo fue Bramble, un perro callejero que vivió durante 27 años y 11 meses con una estricta dieta vegetariana. La bloguera vegana Sandra Guimarães, del blog Papa Capim, ofrece comida natural a sus animales, incluida la carne sobrante de los restaurantes. Sostiene que, como esta carne se desperdició, cambiar este destino no financia la industria cárnica, es amigable con el medio ambiente y da más sensación de seguridad en la nutrición de los animales. Ella toma estas sobras de carne cruda y las prepara en casa, porque la carne que ya estaba lista para ser consumida por la gente está sazonada y es mala para los animales.

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