La cáscara de coco verde se puede utilizar para la producción de fibras vegetales.

El material se puede reciclar para servir como materia prima para la fabricación de fibras. Las briquetas que aportan energía menos dañina al medio ambiente también son posibles destinos

Mierda

Una fruta muy consumida en las playas brasileñas es el coco. Su producción, según una investigación de posgrado de la Universidad Federal de Bahía, alcanzó aproximadamente dos mil millones de unidades anuales en 2006, siendo el 66% de la cantidad cultivada en el noreste del país. El estado de Bahía es el mayor productor de coco de Brasil, con un aporte que superó los 630 millones en la cosecha reportada en la encuesta, siendo responsable del 47% de la producción de coco en el Nordeste y el 31% del total nacional.

Luego de la recolección, la fruta se distribuye a las agroindustrias que producen derivados, como el coco rallado y la leche de coco, y los pasan a las grandes empresas de yogurt, helados, galletas, entre otras. Otra parte está destinada a la industria embotelladora de agua de coco verde, y también a pequeñas empresas que comercializan frutos verdes y secos. Finalmente, estos últimos tipos se dirigen a los mercados regionales y a las carpas y quioscos en las playas.

Estos destinos terminan usando solo el agua y la pulpa del coco y dejan de lado las pieles, que representan el 80% del peso total de la fruta. Lo que acaba pasando es la disposición incorrecta de las conchas en vertederos o incluso en ríos, donde permanecen unos diez años hasta que se descomponen por completo.

Reutilizar

Sin embargo, se está desarrollando una tecnología con el apoyo de la Corporación Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) para aprovechar la cáscara de coco en la producción de colchones, plantillas y fibras vegetales. Las cáscaras se trituran mediante máquinas fabricadas especialmente para este propósito y luego se presionan para perder humedad. Luego, otra máquina separa el polvo y la fibra. Así, además de los usos antes mencionados, las fibras también se pueden utilizar en la fabricación de jarrones similares a los del helecho arborescente, y material de jardinería, como artesanías, cubiertas protectoras del suelo y sustrato para la agricultura, además de tapicería de vehículos. .

Además de acabar con las cáscaras de coco, esta tecnología ayudará a reducir los residuos en las playas. Esto se debe a que los desechos en cuestión y las pulpas representan del 70% al 80% de la basura en las playas del noreste, según la misma encuesta. El título del estudio es “Uso de cáscaras de coco verde para la producción de briquetas en Salvador-BA” y también señala que los residuos de coco son útiles para producir briquetas, que pueden ser materia prima para la producción de energía, emitiendo mucho menos dióxido de carbono que las formas tradicionales de generación.

Además de estas ventajas, este proceso también genera beneficios para el productor. Consulte aquí para obtener más información sobre el procesamiento de la cáscara de coco verde.

Vea a continuación el video de Embrapa sobre el uso de cáscara de coco verde: