La exploración de arena bituminosa está convirtiendo a Canadá en uno de los mayores contaminadores del mundo

El país puede convertirse en uno de los mayores responsables de la contaminación del planeta en 2020

Exploración de arena bituminosa

Canadá siempre ha sido conocido por sus políticas de defensa y conservación del medio ambiente. Según un informe puesto a disposición por el gobierno, la calidad del aire en el país debería aumentar con la reducción de 28 millones de toneladas de emisiones de CO2 entre los años 2010 y 2020.

Esta noticia sería genial, si no fuera por la nueva y cada vez más preocupante realidad canadiense. Gracias a la intensa e incesante exploración de arena bituminosa (una especie de petróleo en estado semisólido), el país será responsable, en el mismo período, de la emisión de 56 millones de toneladas de dióxido de carbono.

Contaminación del agua

La principal fuente de betún de Canadá se encuentra en la región del río Athabasca, en el norte de Alberta. Un estudio de 2012 muestra los preocupantes impactos de esta actividad tanto en la naturaleza como en la salud humana.

El análisis de seis lagos, todos cercanos a las minas de Athabasca, muestra la contaminación de sus sedimentos por hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Los números son hasta 23 veces más altos que los medidos en la década de 1960, cuando comenzó la exploración, por pequeña que fuera.

Investigaciones posteriores mostraron que los PAH presentes en los lagos eran los mismos que se encuentran en muestras de arena bituminosa en la región, lo que demuestra su origen.

Los derrames accidentales también se han vuelto comunes en la localidad, exponiendo el río Athabasca, los animales que viven en él y las personas que dependen de él a metales pesados, como cadmio, níquel y mercurio.

El resultado de esto son mutaciones y la aparición de tumores en los peces, además de la exposición de comunidades indígenas enteras a sustancias cancerígenas presentes en su agua y alimentos.

Devastación

Aproximadamente el 20% de las reservas de betún de la región se explotan a través de la minería a cielo abierto. La consecuencia de esto es la deforestación del bosque boreal y la destrucción total de un ecosistema.

A esto se suma el hecho de que la extracción de arena bituminosa es un 12% más contaminante que el proceso habitualmente utilizado en los pozos petroleros tradicionales (para conocer más sobre el proceso de extracción de bitumen, lea nuestro artículo especial).

Vea un documental a continuación sobre los problemas que enfrentan los residentes de la región de Athabasca y sus perspectivas sobre el futuro.


Original text