El primer carguero eléctrico del mundo que comienza a operar en los Países Bajos

País utilizará barcos eléctricos para reemplazar los cargueros y camiones diesel

El primer carguero eléctrico del mundo

El puerto de Amberes, en Holanda, tendrá un nuevo atractivo el próximo verano: el primer carguero eléctrico del mundo. La empresa Port-Liner anunció que el primer “canal tesla” había comenzado a operar en el puerto en agosto. El barco fue desarrollado en colaboración entre el gobierno de Amberes y la Comunidad Europea, con una inversión total de algo más de 200 millones de euros.

El barco es el primer paso de un proyecto que busca reducir el tráfico de camiones en las carreteras de Holanda, así como el consumo de diesel. En total, Port-Liner prevé lanzar cinco embarcaciones pequeñas, de 52 metros de largo y 6,7 m de ancho, y otras seis grandes, de 110 metros de eslora y con capacidad para cargar hasta 270 contenedores. Los menores podrán acomodar 24 contenedores, con un peso total de 425 toneladas, y tendrán autonomía para 15 horas de viaje.

La batería más grande debería durar 35 horas. Ambos modelos solo usarán electricidad de baterías instaladas en contenedores en la cubierta del barco. Se necesitan cuatro horas para recargar completamente las embarcaciones pequeñas y, cuando sea necesario, la batería se puede reemplazar en el puerto. El modelo de batería desarrollado se puede replicar fácilmente en barcos viejos, instalando baterías, que se conectan fácilmente a estructuras antiguas. Esto permite la reutilización y restauración de cargueros previamente propulsados ​​por diesel, evitando la disposición anticipada de embarcaciones.

Los once cargueros eléctricos deberían estar listos en la segunda mitad de 2019. A partir de agosto, el primer carguero eléctrico del mundo debería reemplazar a los camiones en el tramo que conecta Amberes con el sur de los Países Bajos. Los barcos más grandes se utilizarán en rutas entre los puertos de Rotterdam, Amsterdam, Amberes y Duisburg. El coste de los cargueros más pequeños es de 1,5 millones de euros y el más grande, de 3,5 millones de euros.

Cuando los primeros seis barcos eléctricos estén en funcionamiento, la expectativa es que solo ellos puedan retirar 23.000 camiones por año de las carreteras holandesas, reemplazando la quema de gases de efecto invernadero con transporte libre de emisiones.

Varios países están reconsiderando su consumo de diesel, uno de los combustibles fósiles más contaminantes que existen. Francia, por ejemplo, ya ha anunciado que prohibirá la venta de coches propulsados ​​por gasolina y diésel hasta 2040. La quema de diésel libera mucho dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, lo que convierte al gas en uno de los principales responsables. por el calentamiento global. Restringir y prohibir el uso de diésel es una de las formas de ayudar a reducir la contaminación en las ciudades y, en el caso del mar, también evita la contaminación acústica que perturba la vida marina. Los barcos eléctricos son más silenciosos y menos contaminantes, con menos impacto en el medio ambiente.