Alimentos enriquecidos con omega 3: ¿qué deben verificar los consumidores antes de comprarlos?

Los alimentos enriquecidos con omega 3 no siempre ofrecen el beneficio que busca el consumidor. Entender porqué.

Alimentos enriquecidos deliberadamente con omega 3

El omega 3 en los alimentos se considera muy funcional. Además de ser un nutriente básico presente en algunos alimentos, tiene varios beneficios para la salud. Por esta razón, muchas marcas de la industria alimentaria han estado agregando omega 3 a productos como margarina, leche, yogur, panes, jugos y huevos. Pero los consumidores deben tener en cuenta algunos puntos antes de tomar estos alimentos enriquecidos con omega 3 del estante del supermercado y colocarlos dentro de su carrito de compras.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de dos porciones de pescado a la semana, lo que aportaría de 200 mg a 500 mg de omega 3 para quienes deseen prevenir enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. Sin embargo, es importante resaltar que la OMS recomienda el consumo de alimentos con dos tipos específicos de omega 3, los cuales no siempre están presentes en los alimentos que se venden por ahí (lea sobre los diferentes tipos de omega aquí).

Tipos de omega 3

El Omega 3 es una familia de ácidos grasos poliinsaturados (puedes encontrar más información sobre los diferentes tipos de ácidos grasos y grasas aquí). La familia omega 3 está representada principalmente por lo siguiente:

-ALA: ácido alfa linolénico;

-E PA: ácido eicosapentaenoico e;

-DHA: ácido docosahexaenoico.

De estos, los asociados con la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas son EPA y DHA. Ambos se encuentran de forma natural en el pescado azul (salmón, trucha, atún, sardinas), en el camarón y en las algas, alimentos ricos en omega 3.

Sin embargo, la mayoría de los alimentos enriquecidos con omega 3 ofrecen ALA en su composición, en lugar de EPA y DHA. Esto se debe a que el ALA está presente en los aceites vegetales, como el aceite de linaza, la colza y la chía, y es más económico que los dos anteriores. Otra característica que alienta a los fabricantes a agregar ALA a los alimentos es la resistencia de algunos consumidores a aceptar productos lácteos y horneados que contienen aceite de pescado.

De hecho, una vez ingerido, el ALA se puede convertir en EPA y DHA mediante la acción de enzimas específicas presentes en el cuerpo. Sin embargo, esta conversión es limitada, porque el organismo también utiliza estas enzimas para otras funciones metabólicas. Por lo tanto, se recomienda consumir fuentes directas de EPA y DHA.

Conoce más sobre la importancia de consumir omega 3 en el artículo "Alimentos ricos en omega 3, omega 6 y omega 9: ¿qué beneficios aportan?".

Orientación al consumidor

El tipo específico de omega 3 que contiene el alimento debe informarse en el envase. Por lo tanto, se recomienda que los consumidores elijan alimentos que informen la existencia de EPA y DHA en su lista de ingredientes. También es de interés para el consumidor comprobar que se informa la concentración de omega 3. Los alimentos de calidad inferior pueden tener concentraciones de omega 3 tan bajas que, aunque están en la lista de ingredientes, no se mencionan en la tabla de valor nutricional.

Además, también se recomienda que los consumidores prefieran alimentos naturalmente ricos en EPA y DHA a los alimentos procesados ​​y enriquecidos, siguiendo la recomendación de la OMS para el consumo de pescado. Las personas que no incluyen pescado en su dieta pueden optar por consumir algas marinas, así como fuentes naturales de ALA, como la linaza y la chía. Ambas son alternativas más saludables que el consumo de ALA a través de alimentos procesados, que normalmente tienen un alto valor calórico.

Esta recomendación no incluye a las personas que utilizan complementos alimenticios a base de cápsulas de aceite de pescado o microalgas como método auxiliar para el tratamiento de enfermedades, ni a las mujeres durante el embarazo. Vale la pena recordar que la suplementación puede conducir a un exceso de omega 3 en el cuerpo, lo que puede ser perjudicial para la salud, y solo debe practicarse bajo orientación médica (obtenga más información sobre los riesgos en el artículo "Consumir un exceso de omega 3 puede ser perjudicial"). .