La resolución de Aneel es un intento de hacer más sostenible la matriz energética y también ayuda a los consumidores a reducir su factura eléctrica
La matriz energética brasileña es una de las más limpias del mundo, y comprende alrededor del 45% de las fuentes renovables, según Portal Brasil. Esto no quiere decir que los habitantes del país tengan una mayor conciencia ecológica que los habitantes del resto del mundo, sino que las fuentes verdes son más fáciles y económicas de instalar en el país que las demás. El crecimiento del consumo de energía había provocado la necesidad de ampliar la producción y distribución del recurso en todo el país.
Una de las alternativas para potenciar el sector energético, pero sin sobrecargar las arcas públicas, es la descentralización de la producción. En abril de 2012 entró en vigencia una resolución de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) que facilita y fomenta el acceso a minigeneración y microgeneración que utilizan fuentes de energía limpia, como hidráulica, eólica, solar, biomasa o cogeneración calificada. La resolución también creó el Sistema de Compensación de Energía, en el que la energía excedente puede ingresar a la red de distribución local y generar crédito al consumo. Esta es también una forma de hacer que el sector energético brasileño sea más sostenible, ya que la inversión en plantas termoeléctricas ha crecido en los últimos años, un intento de escapar del riesgo de un apagón, como el ocurrido en 2001.
Devolución de la inversión
La inversión inicial para el consumidor puede ser alta, pero la agencia asegura que existe un retorno y que todavía existe la posibilidad de "ganancia". El precio de instalación de un sistema de placas fotovoltaicas es de aproximadamente 9 mil reales, pero las altas tarifas de energía compensan el gasto. Si se deposita la misma cantidad de dinero en la cuenta de ahorro, a una tasa del 0,5%, el consumidor obtendrá R $ 45 mensuales. Sin embargo, un generador doméstico puede reducir los gastos de la factura eléctrica hasta en R $ 75 por mes. Esta diferencia de rentabilidad puede ser un incentivo para quienes tienen un poco de dinero ahorrado y deciden invertir en una forma ecológica y rentable de producir energía.
De esta manera, el Gobierno Federal podrá reducir parte de los R $ 36 mil millones necesarios para invertir en líneas de transmisión en los próximos 10 años, según el Centro de Investigaciones Eléctricas (Cepel). También es una forma de aumentar la independencia de los combustibles fósiles, que representan una parte de la inflación nacional.
El gobierno está apostando por el crecimiento de la energía solar en la matriz energética, que hoy tiene un tímido aporte a la red eléctrica nacional. Brasil es un mercado excelente para paneles fotovoltaicos, con una radiación solar promedio de hasta 2300kWh por metro cuadrado, según Atlas Solarimétrico de Cepel. El incentivo a la energía solar reducirá las preocupaciones sobre los embalses de las centrales hidroeléctricas, que en los últimos años han sufrido la falta de lluvia y el exceso de sol.
La descentralización de la producción energética permitirá una matriz energética aún más ecológica y sostenible, según la entidad. Y así, habrá un aporte para que Brasil pueda conciliar los beneficios de la posición geográfica y los temas políticos actuales para escapar del apagón sin dañar el medio ambiente.
