¿Las latas de aerosol son reciclables?

Descubra qué cuidados especiales se necesitan al desechar este tipo de producto

latas de aerosol

Las latas de aerosol ya forman parte de nuestra vida diaria, siendo utilizadas para almacenar desodorantes, aromatizantes, alimentos, bombas para el asma, pinturas, insecticidas y muchos otros productos. Tóxico o no, la mayoría de los productos contenidos en aerosoles se consideran compuestos orgánicos volátiles (COV).

Pero en el momento de la eliminación, este tipo especial de lata no recibe el tratamiento adecuado. Normalmente, se descarta como basura ordinaria o como metal reciclable, cuando lo mejor es enviar este tipo de producto a cooperativas específicas que tratan este tipo de residuos en particular.

¿Como funciona?

Un aerosol es la suspensión de partículas sólidas o líquidas muy finas en un gas. Consiste en un sistema que hace que el contenido del interior de las latas sea expulsado en forma de “nube” de pequeñas gotitas. Esto se debe a la gran presión dentro de las latas.

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La presión se produce por la presencia de otra sustancia, que también se encuentra dentro de las latas, conocida como propulsor. Este propulsor es un gas en estado líquido que, en el momento en que se abre la válvula de aerosol, pasa a estado gaseoso expulsando el contenido de la lata.

Hasta finales de la década de 1980, los propulsores más comunes eran los notorios clorofluorocarbonos, conocidos popularmente como CFC, compuestos químicos extremadamente dañinos para la capa de ozono.

En 1989 se firmó el Protocolo de Montreal sobre "Sustancias que Agotan la Capa de Ozono", que prohibía el uso de estos compuestos dentro de las latas. Los propulsores más utilizados son los hidrocarburos volátiles, como el propano y el butano, y el gas licuado de petróleo (GLP), que representan pequeñas emisiones de carbono a la atmósfera. Aún así, son alternativas mucho menos dañinas para el medio ambiente y no del todo sostenibles.

latas de aerosol

Riesgo de explosión

La desventaja de utilizar estos propulsores es que son extremadamente inflamables, algunos de ellos explotan con temperaturas cercanas a los 50ºC. Por tanto, el uso de latas de aerosol debe basarse en una serie de precauciones.

Según la Asociación Británica de Fabricantes de Aerosoles (Bama), las precauciones más importantes son:
  • Mantenga las latas de aerosol alejadas de las fuentes de calor, incluido el sol, y nunca las deje dentro de los automóviles. El aumento de temperatura hace que aumente la presión interna de las latas, lo que puede provocar una explosión;
  • No perfore las latas, ya que, aunque estén vacías, la presión interna sigue siendo muy alta, lo que puede dañar a las personas cercanas a usted. Además, las latas pueden contener productos como insecticidas en pequeñas cantidades y provocar intoxicaciones;
  • El contenido de las latas es generalmente inflamable. No use el aerosol en lugares donde haya fuego, como en la cocina y cerca de cigarrillos y velas;
  • Mantenga las latas de aerosol fuera del alcance de los niños en todo momento.

Cómo descartar

Por todas estas razones, las latas de aerosol no pueden tratarse ni como desechos ordinarios ni como metal reciclable común. El primer paso es seguir los consejos de Bama y utilizar el contenido de las latas hasta el final. Luego, separe las partes plásticas de la lata y finalmente envíe los aerosoles a estaciones de reciclaje especializadas.

Aunque en cantidad incipiente, existen algunas cooperativas que se especializan en reciclar este tipo de producto. De ahí la importancia de una correcta eliminación y el fomento de este importante tipo de actividad. ¡Opte siempre por la eliminación consciente, respetando el medio ambiente!


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