El creador del proyecto afirma que es posible construir una casa en 20 días
Una abogada boliviana apasionada por la artesanía guardaba tanta "basura" en casa que, un día, su marido le dijo: "Con todo esto se podría construir una casa". La broma hizo que Ingrid Vaca Diez, quien desde niña se dedicaba al trabajo voluntario, tuviera una idea: intentar crear casas a partir de la reutilización de materiales, más específicamente, botellas de PET, para personas en extrema pobreza. Fue entonces cuando apareció el proyecto Casas de Botellas (Casa de Garrafas).
Ingrid investigó formas de reutilizar materiales para producir casas. Fue entonces cuando descubrió una fórmula muy eficaz con los siguientes ingredientes: botellas de vidrio, cemento, cal, arena, cola, sedimentos, desechos orgánicos, aros y glucosa. Todo esto se convierte en una especie de cemento sostenible, que sostiene la casa y llena las botellas. En 2000 produjo su primera casa, de 170 m² y con 36.000 botellas PET de dos litros.
El método es simple: las botellas, llenas de diversos residuos y sedimentos, forman las paredes. Una vez atados, se fijan con cal y cemento.
Con 14 años de experiencia trabajando en el proyecto (que incluye donaciones para los materiales de acabado y mobiliario del edificio), Ingrid garantiza que es posible construir una casa en solo 20 días, con la ayuda de futuros residentes. En total, ha ayudado a crear 300 casas hechas con botellas de PET.
Luego de que Casas de Botellas actuó en Argentina, México, Panamá y Uruguay, además de la propia Bolivia, Ingrid piensa en construir casas de botellas en Brasil, donde cree que es más fácil recolectar botellas, debido a que el país, según ella, tener una cultura de reciclaje más extendida.
Consulta la historia (en inglés / español) del emprendedor social.
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