¿Qué son las grasas trans?

Las grasas trans aumentan el riesgo de ataque cardíaco y diabetes y están presentes en muchos alimentos.

grasas trans

Las grasas trans, comunes en nuestros platos, se conocen técnicamente como ácidos grasos trans producidos industrialmente. Las grasas trans, ampliamente utilizadas por la industria, se forman a partir de una reacción paralela al proceso de hidrogenación de los aceites vegetales líquidos. Es decir, a través del proceso de formación de grasas hidrogenadas, también se producen otras reacciones y forman los denominados isómeros trans, que popularmente se denominan grasas trans.

Las grasas trans se pueden encontrar en la leche y la carne, pero en pequeñas cantidades. Las grasas trans en productos industrializados se pueden encontrar en margarinas, galletas, pasteles, helados, chocolates dietéticos , bocadillos empaquetados, galletas rellenas, alimentos fritos, aderezos para ensaladas, hojaldre, mayonesa, palomitas de maíz para microondas, sopas enlatadas, cremas verduras y panes.

El uso de grasas trans para la industria se debe al sabor y conservación de los alimentos. Los alimentos con alto contenido de grasas trans pueden pasar más tiempo en los estantes de los supermercados sin estropearse ni perder calidad. Además, debido a que las grasas trans son más baratas que la mantequilla y la manteca de cerdo, tiene una amplia aplicación en los dulces.

¿Cuáles son las consecuencias de consumir grasas trans?

El consumo de grasas trans trae graves problemas de salud y afecta la calidad de vida de las personas. Esto se debe a que su ingesta puede conducir, entre otras complicaciones, al infarto, que es responsable del 27% de las muertes en Brasil, según el Ministerio de Salud.

Otro daño es el aumento del colesterol "malo", conocido como LDL, y la disminución del colesterol "bueno", HDL. Como resultado de esto, la posibilidad de obstrucción de las venas, dada la densidad sanguínea provocada por el aumento de LDL y la disminución de HDL, es muy grande, lo que puede provocar un infarto o un ictus.

Conociendo estas consecuencias, los gobiernos de todo el mundo comenzaron a articularse para prohibir o regular el consumo de grasas trans. Desde 2004, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido en su "Estrategia global sobre alimentación saludable, actividad física y salud" la recomendación de "tratar de eliminar los ácidos grasos trans" de la dieta diaria.

Países como Dinamarca, Suiza, Canadá y Estados Unidos tienen leyes que regulan el uso de este tipo de grasa en los alimentos. Más recientemente, Estados Unidos ha clasificado las grasas trans como "inseguras" para la fabricación de alimentos. En Brasil, en 2010, se crearon regulaciones publicitarias para este tipo de alimentos, además de etiquetas descriptivas obligatorias sobre la cantidad de grasas trans que existen.

Sin embargo, las lagunas en las recomendaciones de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) llevan a muchas empresas a utilizar maniobras en las descripciones de las etiquetas. Según un estudio realizado en la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC), el 72,4% de los productos encuestados utilizaron nombres alternativos para describir las grasas trans, como "grasa vegetal" o "margarina".

Siguiendo la tendencia mundial hacia la disminución del consumo de grasas hidrogenadas, las cadenas de comida rápida también se han alineado. Grandes empresas como McDonald's y Burger King prohibieron su producción de aceites hidrogenados, ricos en grasas trans.

Otro tema involucra el consumo excesivo de omega 6 a través del consumo de alimentos procesados. Los ácidos grasos trans tienen grandes cantidades de omega 6. El problema radica en el desequilibrio entre la ingesta de omega 3 y omega 6, ambos considerados ácidos grasos. Sin embargo, el exceso de omega 6 compite con los beneficios que puede traer la ingesta de omega 3, que es prevenir la proliferación de células cancerosas, disminuir los procesos inflamatorios, minimizar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y mejorar el funcionamiento neuronal. De esta forma, cuando consumimos alimentos industrializados en exceso, invertimos todos los procesos beneficiosos antes mencionados, haciéndolos perjudiciales para nuestro organismo.

¿Como evitar?

Siempre hay buenas opciones de comida para elegir. Antes de comprar un alimento, consulte la información nutricional en la tabla de la etiqueta:

Información nutricional

ANVISA determina que la concentración máxima de grasas trans por ración en un alimento es de 0,2 g. Por tanto, si busca en la mesa un alimento con más de 0,2 g, no lo compre. Hay productos que no contienen grasas trans. Para averiguarlo, verifique si la cantidad por porción indica: 0 g de grasas trans.

Si el alimento contiene grasas trans, es posible verificar agregando "grasa hidrogenada" a la lista de ingredientes.

Seleccionamos los principales alimentos que debes consumir con mucha moderación y, si es posible, evitarlos, ya que suelen tener grasas trans:

Galletas dulces y saladas

Las galletas, como el almidón, contienen una gran cantidad de grasas trans. Siempre se debe prestar atención a las etiquetas descriptivas y tratar de no comer si hay grasas trans.

Snacks congelados

Para aumentar su tiempo de comercialización, se utilizan grasas trans. Siempre es necesario prestar atención a la etiqueta, ya que existen productos congelados que no utilizan grasas para su conservación.

Margarina

Cuanto más sólida, más grasas trans tiene la margarina. Esto se debe a que para mantenerlos así, se utilizan aceites hidrogenados, ricos en grasas trans.

Tortas y dulces

Muchas confiterías abusan de los aceites hidrogenados en la producción de tortas y dulces, ya que su valor es más económico que las alternativas, como la manteca de cerdo o la mantequilla. En cuanto a ellos no existe una descripción obligatoria de las calorías, es decir, no se conoce la cantidad de grasas trans que se consumen, es preferible evitarlas.


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