¿Qué es la comida rápida?

El progresivo aumento del consumo de comida rápida puede provocar daños en la salud

Comida rápida

Imagen de Jonathan Borba en Unsplash

La comida es una parte esencial de nuestras vidas y el papel de la comida va mucho más allá de la simple nutrición del cuerpo. El progresivo aumento del consumo de alimentos poco saludables, también conocidos como comida rápida , está provocando que la obesidad supere el hambre como el mayor problema del mundo en cuanto a alimentación y nutrición.

¿Qué es la comida rápida ?

El término comida rápida significa comida rápida. Es un sector alimentario diferenciado, donde la estandarización, la mecanización y la rapidez atraen a los clientes. Este modelo de producción industrial fue desarrollado en Estados Unidos, según principios fordistas, y comercializado por empresas transnacionales en grandes cadenas de franquicias.

Las grandes cadenas de cafeterías son las mayores representantes de este tipo de comida, que se extendió por todo el mundo desde la década de 1970. Con el crecimiento de las ciudades y la acumulación de tareas cotidianas, muchas personas comenzaron a buscar la comida rápida y práctica como vía. para ganar tiempo. Sin embargo, dejaron de lado la preocupación por los nutrientes en los alimentos.

Para producir una gran cantidad de alimentos, estos restaurantes cuentan con cocinas bien equipadas y la infraestructura necesaria para que todo salga a tiempo. Además, el entorno de consumo suele ser relativamente incómodo, a fin de fomentar una ingesta rápida de alimentos.

El daño a la salud y la comida rápida

Comer comida rápida , aunque es muy práctico para el día a día, puede ocasionar varios daños a la salud. La obesidad, que surge como consecuencia de la gran cantidad de calorías y grasas saturadas presentes en estos productos, es el principal riesgo derivado del consumo de estos alimentos. Además de la obesidad, podemos destacar las enfermedades asociadas al aumento de peso elevado, como la diabetes y los problemas cardiovasculares.

Este tipo de alimentos también se caracteriza por la falta de nutrientes necesarios para la salud del organismo. Un ejemplo son las vitaminas B, que se encuentran en cantidades muy bajas. Estudios realizados en España informan que esta deficiencia nutricional aumenta el riesgo de depresión y que las personas que consumen comida rápida constantemente tienen un 51% más de probabilidades de desarrollar la enfermedad.

Además de estos peligros para la salud, un estudio realizado en Nueva Zelanda indica que la comida rápida puede desencadenar varios otros problemas que hasta entonces no estaban relacionados con este tipo de alimentos. Según este estudio, las personas que consumen estos alimentos de preparación rápida al menos tres veces a la semana son más susceptibles a desarrollar asma alérgica, eccema y rinitis.

El Centro de Investigación de Alzheimer del Instituto Karolinska de Estocolmo también ha realizado estudios y ha descubierto que los bocadillos de comida rápida están relacionados con un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer. Según los investigadores, la gran cantidad de grasas y colesterol, asociada a factores genéticos, provoca daños en el cerebro que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad.

La cultura de la comida rápida

Una encuesta realizada por la empresa estadounidense Gallup , reveló que las personas con mejores condiciones económicas consumen más comida rápida que las personas de estratos sociales más bajos. La encuesta, realizada en los Estados Unidos, involucró a 2.027 adultos mayores de 18 y cubrió una diversidad de clases, géneros, grupos de edad y etnia.

Los resultados mostraron que el 57% de los jóvenes entre 18 y 29 años consumen comida rápida al menos una vez a la semana, y este porcentaje disminuye a medida que las personas envejecen. Los hombres se encuentran en un porcentaje más alto que las mujeres en el consumo de comida rápida , el 57% de los cuales dice consumir semanalmente, frente al 42% de las mujeres que asumen que tienen este mismo hábito de consumo.

Lo más curioso, sin embargo, fue el resultado en términos de estratos sociales, ya que la comida rápida se considera un alimento de bajo costo. Aún así, la investigación muestra que entre las personas con un ingreso anual de $ 75,000 o más, el 51% consume comida rápida semanalmente. Por otro lado, entre las personas con ingresos anuales menores a US $ 20 mil, solo el 39% consume comida rápida en la misma cantidad.

La encuesta de Gallup encontró que el 76% de las personas en los Estados Unidos piensa que la comida que se sirve en los restaurantes de comida rápida "no es muy buena" o "no es buena en absoluto" en términos de salud. Aun así, la comida rápida sigue siendo parte de la rutina dietética de la mayoría de los estadounidenses. El bajo costo, el sabor y la conveniencia terminan superando el tema nutricional. E incluso para quienes tienen mejores condiciones financieras, es difícil romper con este hábito, que ya es parte de la cultura del país.

Está claro, por tanto, que una alimentación inadecuada rica en alimentos con grasas y azúcares puede provocar graves daños a la salud. Así, evitar productos con estas características puede contribuir a mejorar la calidad de vida y la salud de la población.