Hipo: posibles causas y como acabar con él

Aprenda qué causa el hipo, cuáles son los diferentes tipos y descubra las opciones de remedio para el hipo que realmente funcionan

Hipo

El hipo es un espasmo muy desagradable que todo el mundo ha sentido alguna vez en su vida. Se produce por el cierre de la glotis (responsable del paso del aire al pulmón) acompañado de una contracción involuntaria del diafragma, músculo que separa el pecho del abdomen. Aunque parezca bastante complejo, el hipo suele ser muy momentáneo: justo cuando llega, se va.

Se sabe poco sobre las causas de estos espasmos. Cuando se trata de un hipo normal, las razones pueden estar relacionadas con comer rápido y en grandes cantidades o beber bebidas carbonatadas. Algunos estudios también señalan que los cambios bruscos de temperatura, el tabaquismo, el alcohol, la ansiedad y el estrés son posibles causas del trastorno. Cuando el hipo es más insistente, los tratamientos son más complejos.

Los tipos de hipo se dividen en dos categorías principales: episódicos y persistentes. Como indican los nombres, el primero es un contratiempo "normal", resultado de los factores mencionados en el párrafo anterior. El segundo suele deberse a alguna patología. A diferencia de los episodios, puede durar días. El médico cirujano del Hospital Albert Einstein, el Dr. Sidney Klajner, dice que “se sabe poco sobre la incidencia del hipo persistente. Solo unos pocos estudios han demostrado que más de 200 casos estaban presentes en una gran proporción de hombres ancianos y con enfermedades asociadas ”.

Después de todo, ¿existe algún remedio para el hipo?

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Imagen: Johnny McClung en Unsplash El hipo episódico se puede tratar incluso en casa. Algunas de esas simpatías transmitidas de generación en generación no son tan erróneas como crees. Aprenda a detener el hipo usando algunas técnicas caseras que funcionan como un remedio para el hipo:

  1. Tragar una cucharada de azúcar: Al hacer esto, estarás sobrecargando uno de los nervios de tu boca con una sensación dulce, que "distraerá" el cerebro con otras reacciones (¡no uses esta opción si eres diabético!);
  2. Asustarse: cuando se asusta, el cuerpo libera adrenalina, lo que hace que el nervio frénico vuelva a la normalidad y frene el hipo;
  3. Aguante la respiración: cuando aguanta la respiración, el dióxido de carbono se acumula, alcanzando un nivel que hace que el nervio frénico vuelva a funcionar (esto también ocurre al respirar en una bolsa de papel);
  4. Olor a pimienta: el olor hará que el organismo sienta la necesidad de estornudar y detendrá el hipo;
  5. Coloque las rodillas dobladas contra el pecho: esto alivia la presión dentro del estómago; jalar la lengua para provocar el vómito puede tener el mismo efecto (aunque es bastante desagradable);
  6. Beber o hacer gárgaras con agua: calma y distrae el nervio frénico con nueva actividad.
En el caso del hipo persistente, el Dr. Klajner dice que no hay mucho que hacer, excepto notar las enfermedades que pueden ser el origen. “No existen estudios completos y exhaustivos sobre el tratamiento del hipo persistente, solo estudios observacionales. Si se encuentra una enfermedad relacionada, entonces el tratamiento debe dirigirse a esa enfermedad ".