Baño de bosque: conozca la terapia japonesa shinrin-yoku

Descubre los beneficios de la técnica japonesa de baño en el bosque, que reduce el estrés y mejora la concentración.

Baño del bosque

Imagen de Paul Gilmore en Unsplash

El baño del bosque, o shinrin-yoku, en japonés, es una especie de terapia forestal que básicamente consiste en ir a una zona de bosque o incluso a un parque y pasar un tiempo en contacto con la naturaleza. La técnica fue desarrollada en Japón en 1982, por iniciativa de la Agencia Forestal del gobierno japonés, que buscaba alentar a las personas a salir de casa y pasar tiempo inmersos en la naturaleza.

Inicialmente basado en el sentido común de que el aire puro y la inmensidad de un bosque son buenos para el cuerpo y la mente, el baño del bosque pronto comenzó a estudiarse y sus beneficios pronto se probaron. Actualmente, la técnica se utiliza como una forma de medicina preventiva, habiendo mostrado resultados en la reducción del cortisol, la principal hormona que causa el estrés, y la presión arterial, además de mejoras en la concentración e inmunidad.

Practicar el baño de bosque japonés es muy sencillo, pero requiere el compromiso del participante. La técnica propone una experiencia meditativa, de silencio, observación e intercambios entre la persona y la naturaleza, estando formada por ejercicios muy similares a los que fueron posteriormente adoptados por las líneas de meditación mindfulness , como la observación detallada de pequeños objetos, la marcha lenta y con atención centrada en los movimientos y el intento consciente de expandir la percepción de los sentidos.

La sesión de shinrin-yoku comienza con el traslado a un bosque o área verde, como un parque o jardín botánico. El participante debe luego calmarse, observar el entorno que lo rodea y caminar lentamente, prestando atención al movimiento de los pies y manteniendo todos los sentidos atentos, permitiendo una inmersión completa de su conciencia en el entorno del bosque. El silencio y el contacto con la naturaleza permiten que la mente y el cuerpo se calmen y ayuden a expandir lo que perciben los sentidos, siendo científicamente aconsejado como método para reducir el estrés.

Lo ideal es que la terapia forestal se lleve a cabo de forma individual y sin interferencias. Busque un entorno natural pacífico, vaya solo y guarde silencio o, si está en un grupo, acepte simplemente charlar al final de la experiencia. Los estudios han demostrado que los beneficios se pueden sentir al caminar desde 40 minutos, incluso si son ocasionales; en este caso, la mayor ganancia es emocional y a corto plazo. En el método terapéutico, se proponen siete caminatas de tres horas cada una, una por semana, para que el participante entrene gradualmente el cuerpo y la mente para calmarse y expandir la percepción. El inicio de la práctica se puede realizar con el asesoramiento de un guía, que te ayudará para que puedas proceder solo con las sesiones de caminata por la naturaleza después de las siete semanas iniciales.

Beneficios comprobados

El doctor Yoshifumi Miyazaki, de la Universidad de Chiba, Japón, ha estado estudiando shinrin-yoku desde 1990 y, junto con otros investigadores, ha demostrado los beneficios de la terapia forestal. Los resultados de la investigación en profundidad, publicada en 2009, muestran que el contacto con los ambientes forestales redujo la concentración de cortisol en la sangre de las personas analizadas en un 13%, la presión arterial en un 2% y la actividad del sistema nervioso simpático, responsable de respuestas involuntarias a situaciones de peligro y estrés, además de una disminución del 6% de la frecuencia cardíaca. Los datos fueron acompañados de una mejora del 56% en la actividad del sistema nervioso parasimpático, que responde a situaciones de calma, indicando relajación biológica.

También hay un estudio que muestra que los olores en un bosque actúan positivamente sobre el cuerpo humano, reduciendo el estrés y la irritación. Además, caminar en una zona verde, como propone el baño del bosque japonés, ayuda a estabilizar la presión arterial y fortalecer la inmunidad de las personas. La investigación analizó los efectos de los aceites esenciales y los olores emitidos por los árboles y respalda la hipótesis de que los pinos se encuentran entre los mayores potenciales terapéuticos de un bosque.

Ahora que conoce los beneficios de los baños en el bosque japonés, puede planear dar un paseo por la naturaleza en su próximo descanso. Tómate el día para estar en contacto contigo mismo, tómate el tiempo para estar solo y meditar escuchando el sonido de los pájaros, un río o una cascada o incluso las ramas moviéndose con el viento. Notarás que los sonidos remotos comienzan a hacerse audibles, los colores brillan más y, al final, la sensación de calma debería durar varios días, y te ayudará a afrontar las prisas y la contaminación acústica de la vida cotidiana.

Mira el video, en inglés y con subtítulos en portugués, y aprende más sobre el baño del bosque


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