Los beneficios que brinda la naturaleza para tu salud mental

Mirar árboles a través de la ventana, tener plantas en casa o escuchar el canto de los pájaros puede aliviar la tensión de la vida cotidiana.

Los beneficios de la naturaleza para tu salud mental

Por difícil que sea de creer por las circunstancias en las que vive el ser humano hoy, especialmente en las grandes ciudades, el género humano ha pasado el 99% de su existencia en contacto directo con la naturaleza. Teniendo esto en cuenta, no es tan complicado entender que el contacto con el verde de los árboles, con el canto de un pájaro y con una hermosa puesta de sol, puede aliviar el estrés, mejorar el rendimiento y el estado de ánimo, y facilitar y disminuir las posibilidades de desarrollo de enfermedad mental.

Cada vez son más los estudios que analizan estos beneficios que brinda la naturaleza, ya sea a través de las vitaminas, el calor o la simple sensación de libertad que nos brinda el contacto, lo cierto es que la naturaleza tiene muchos beneficios para la salud.

En 1984, Robert Ulrich informó que los pacientes de un hospital de Pensilvania, en Estados Unidos, que fueron hospitalizados en habitaciones con vista a los árboles, mostraron una mejoría más rápida, además de tener mejor estado de ánimo y necesitar dosis más bajas de medicación. Mientras tanto, los pacientes en habitaciones con ventanas que daban a una pared de ladrillos experimentaron complicaciones, estadías hospitalarias más prolongadas y más quejas sobre el personal del hospital. Casi 100 años antes de eso, en 1889, Van Gogh ya reportaba los beneficios que el contacto con la naturaleza, y retratarla en pinturas, traía a su salud mental, mientras estaba internado, voluntariamente, para tratar su trastorno bipolar.

Entre las ventajas que brinda la naturaleza es fácil mencionar:

  • La influencia de la naturaleza ayuda a recuperar el cerebro de la fatiga provocada por el trabajo, el estudio, etc., mejorando el rendimiento y la satisfacción;
  • Cuando se incorpora en el diseño de edificios, proporciona calma, inspira ambientes y estimula el aprendizaje y la curiosidad;
  • Proporciona un gran espacio para actividades físicas, que mejoran el aprendizaje, la memoria y las funciones cognitivas;
  • Las actividades al aire libre pueden aliviar los síntomas del Alzheimer, la demencia, el estrés y la depresión;
  • El contacto con la naturaleza ayuda al desarrollo de los niños, fomentando la imaginación, la creatividad y la interacción social;
  • Disminuye los síntomas de ADD (trastorno por déficit de atención) en los niños y también puede disminuir el uso de medicamentos.

En la ciudad, nuestro cerebro se estimula constantemente. Tráfico, faros, peatones, vendedores, todo esto "gritando" a nuestro cerebro, en una competencia por llamar la atención. En poco tiempo, está cansado y puede comenzar a experimentar pérdida de memoria. Un pequeño destello de verde ya causa un alivio cerebral, dando al cerebro un descanso de toda la locura urbana.

Los estudios demuestran que, en entornos con una mínima presencia de la naturaleza, no solo el rendimiento, sino el enfoque en la tarea a realizar es mayor. Ya sea que esta presencia sea natural o artificial, provoca una reacción automática en nuestro cerebro, reconociendo y aceptando ese alivio. En oficinas sin ventanas, las personas están más insatisfechas con su trabajo, se enferman más a menudo y extrañan más, mostrando un alto nivel de ansiedad y tensión, que caracteriza el síndrome del edificio enfermo, reconocido por la Organización Mundial de la Salud. elemento verde, los trabajadores están más satisfechos con su trabajo, más pacientes y menos enfermos. Y, en las escuelas, los estudiantes y yo tomamos clases en las aulas con una vista de la naturaleza, tenemos mejores calificaciones y más enfoque.

Para los niños, jugar al aire libre, además de estimular la imaginación y la creatividad, provoca una sensación de libertad, liberando su cerebro, momentáneamente, de los constantes estímulos de la ciudad. Lo mismo ocurre con las personas con TDA, que, en un entorno más natural y abierto, sienten menos presión y estimulación. En los pacientes de Alzheimer, los lugares abiertos con diversidad de plantas, colores, olores y disposición, provocan situaciones positivas. Lo mismo ocurre con los pacientes con demencia y depresión, proporcionando una distracción silenciosa.

Con todos estos datos, surge la pregunta, ¿puede la tecnología reemplazar a la naturaleza? ¿Tiene un monitor que transmite un paisaje los mismos efectos? Y una buena planta de plástico, ¿puede reemplazar a la real?

Aparentemente, en términos de efectos en el cerebro, la respuesta es sí. El monitor proporcionará una sensación de bienestar, pero en menor medida. Lo ideal es el contacto directo con la naturaleza, ya sea al aire libre o a través de una ventana, ya sea en campos y bosques o en parques, plazas y jardines. Es mejor dejar de usar tecnología que imita a las plantas en entornos extremadamente alejados de la naturaleza, como submarinos y naves espaciales.