Los bioestimulantes son una alternativa libre de pesticidas para fortalecer las plantas

El fortalecimiento del mecanismo de autodefensa natural de la planta la hace más productiva y más resistente a plagas y enfermedades, todo sin pesticidas.

Tomate

El agrónomo Yoshio Tsuzuki sostiene en su libro sobre técnicas de defensa fisiológica frente a plagas y enfermedades, que las plantas tienen mecanismos de autodefensa que pueden debilitarse cuando se exponen a situaciones de estrés ambiental, como variaciones drásticas de temperatura, escasez o exceso de agua. , exceso de humedad, aplicación incorrecta de fertilizante, presencia de patógenos y plagas, entre otros. Tsuzuki cree que la forma más eficiente de mejorar el proceso de autodefensa de la planta es aumentar su nivel de energía vital acelerando la fotosíntesis.

En un artículo publicado en el Journal of Sustainable Agriculture , Graeme Berlyn y Ricardo Russo definen los bioestimulantes como sustancias no fertilizantes con un efecto beneficioso en el proceso de crecimiento de las plantas. La eficacia de los bioestimulantes radica en mejorar la capacidad de absorción de agua y nutrientes de la planta, es decir, mejorar la fotosíntesis.

¿Qué son los bioestimulantes?

En un estudio del Instituto Agronómico de Campinas, los bioestimulantes se definen como una mezcla de reguladores del crecimiento. Los reguladores del crecimiento son sustancias compuestas por hormonas vegetales u hormonas sintéticas que, aplicadas a la planta, actúan directamente sobre la fisiología de la planta, aumentando su desarrollo. Los bioestimulantes pueden contener en su fórmula otros compuestos, como aminoácidos, nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio), vitaminas, concentrado de algas y ácido ascórbico.

¿Cómo ayudan los bioestimulantes a la planta a crecer?

La aplicación del bioestimulante mantiene el equilibrio hormonal de la planta y esto es lo que la hace más resistente y menos vulnerable a situaciones de estrés. Tales situaciones inducen a la planta a perder su capacidad para equilibrar las propiedades oxidativas y antioxidantes. Por lo tanto, la planta tiene dificultades para convertir la luz solar en energía química, lo que perjudica el proceso de fotosíntesis.

Según la tesis doctoral presentada a la Facultad de Agricultura Luiz de Queiroz, USP, por Ana Vasconcelos, cuando la planta se expone a una situación de estrés ambiental, los radicales libres reaccionan con el oxígeno, dañando las células vegetales. La aplicación del bioestimulante tiende a incrementar la capacidad antioxidante de la planta, reduciendo la toxicidad de los radicales libres y aportando más energía para que la planta desarrolle su sistema radicular y la parte foliar.

Uso de bioestimulantes en agricultura orgánica

Ya se han aplicado bioestimulantes en Brasil en cultivos como soja, maíz, arroz y frijoles y tomates. Es importante señalar que existen varias fórmulas para su uso, y es el agricultor quien elige el producto más adecuado para la especie que cultiva. La eficacia también varía según la etapa del ciclo vegetativo en que se aplique el producto, variando de especie a especie vegetal, pero, en general, está indicado iniciar la aplicación aún en la semilla.

Debido a que son capaces de aumentar el factor de productividad, disminuir costos y aumentar las ganancias, haciendo que la planta sea más resistente a plagas y enfermedades sin el uso de pesticidas en la fórmula, los bioestimulantes tienden a ser una gran herramienta para impulsar la agricultura orgánica.

Ver en el siguiente video (en español) sobre el uso de bioestimulantes en varios cultivos en plantaciones en Paraguay:


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