Además de ser fuentes de proteínas, los insectos comestibles tienen una producción más sostenible que la carne.
Con el aumento exponencial de la población mundial, que está llegando a los 8 mil millones de personas, según la ONU, será cada vez más difícil alimentar a todos. La escasez de alimentos puede agravarse, principalmente por la distribución desigual de bienes y producción sin control previo. Es una tendencia muy probable que aumenten los problemas con la alimentación.
Es por eso que un número creciente de expertos dice que no tendremos más remedio que comer insectos. Siguiendo esta tendencia, un grupo de estudiantes de la Universidad McGill en Montreal ganó el Premio Hult 2013 por producir una harina rica en proteínas hecha de insectos. El premio otorga a los estudiantes $ 1 millón para que puedan continuar con el proyecto. Además, hay un estudio que apunta que la producción de insectos es más sostenible que la de carne (ver más aquí).
Si bien esto aún no se hace realidad, eCycle le muestra algunos de los insectos comestibles que pueden estar en su plato en el futuro:
Oruga mopane
La etapa larvaria de la polilla emperador (Imbrasia belina) se consume comúnmente en todo el sur de África. La recolección de estas orugas representa una industria de un millón de dólares en la región, donde las mujeres y los niños a menudo hacen el trabajo de recolectar pequeños insectos. Se cuecen tradicionalmente en agua con sal y luego se secan al sol, lo que puede durar varios meses sin refrigeración. Como tales, se convierten en una importante fuente de nutrición en tiempos difíciles. El insecto contiene potasio, sodio, calcio, fósforo, magnesio, zinc, manganeso y cobre. Según la FAO, las larvas de orugas son más nutritivas que la carne: el contenido de hierro de la carne es de 6 mg por 100 gramos, mientras que las orugas tienen 31 mg de hierro por 100 gramos;
Langosta de maíz
Está clasificado en el género Sphenarium y se consume ampliamente en todo el sur de México. A menudo se sirve asado y sazonado con ajo, jugo de limón y sal, pimienta o guacamole. Los investigadores han descubierto que cosechar estas langostas es una buena alternativa a la aplicación de pesticidas en los campos de alfalfa y otros cultivos. Como resultado, no solo eliminan los riesgos ambientales de los pesticidas, sino que también brindan a la población local una fuente adicional de nutrición;
Comida de Witchetty
Es un término utilizado en Australia para designar las larvas comestibles de varias polillas; son un alimento básico y tradicional para los aborígenes australianos. El nombre se aplica especialmente a la polilla Endoxyla leucomochla. Cuando las larvas se comen crudas, saben a almendras, y cuando se cocinan ligeramente sobre las brasas, la piel de los insectos se vuelve más crujiente, con una textura interna similar a la del pollo asado. Las larvas se recolectan del subsuelo, donde se alimentan de las raíces de los árboles locales;
Termitas
América del Sur y África son los continentes que utilizan las termitas como alimento y aprovechan la rica calidad nutricional de estos insectos. Se pueden freír, secar al sol e incluso calentar en hojas de plátano. Generalmente, las termitas tienen hasta un 38% de proteínas en sus cuerpos (una especie venezolana llamada Syntermes aculeosus tiene un 64% de proteínas). También son ricos en hierro, calcio y aminoácidos;
Escarabajo ( Rhynchophorus ferrugineus - foto en la parte superior de la página)
Conocido como el escarabajo rojo, este escarabajo es un manjar entre muchas tribus africanas y se recolecta en el exterior de los troncos de las palmeras. Mide unos 10 cm de largo y 5 cm de ancho. Aunque también se pueden comer crudos, entre las tribus africanas es costumbre cocinarlos. Según un informe de 2011 del Journal of Insect Science, este escarabajo es una excelente fuente de nutrientes (potasio, zinc, hierro, fósforo), así como varios aminoácidos y ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados;
Chinches
Consumido en Asia, América del Sur y África, este tipo de insecto es una fuente rica en nutrientes importantes, como proteínas, hierro, potasio y fósforo. No se pueden comer crudos a menos que se les quite la cabeza, descartando sus secreciones productoras de toxinas. Pero se pueden asar, remojar en agua o secar al sol;
Gusanos de la harina
Las larvas del escarabajo Tenebrio molitor son una de las pocas que se consumen en el mundo occidental. Los escarabajos se crían en los Países Bajos para el consumo humano y animal, ya que crecen mejor en climas templados. Estas larvas son ricas en cobre, sodio, potasio, hierro, zinc y selenio. También son comparables a la carne en términos de contenido de proteínas, pero tienen una mayor cantidad de grasas poliinsaturadas.
Siempre es bueno recordar que los insectos también son animales y hay grupos de activistas que rechazan el consumo de insectos como alimento. Si quieres saber más sobre el vegetarianismo, haz clic aquí.
