Más información sobre los mejillones

Los mejillones son animales de filtro que pueden concentrar los contaminantes que están presentes en su hábitat.

Mejillones

Imagen: de Anonymous en Unsplash

El mejillón es un molusco bivalvo, protegido por dos conchas de color negro azulado, que vive cerca de las costas marinas y superficies rocosas de océanos y superficies de agua dulce. Son animales de filtro que se alimentan de algas microscópicas y materiales en suspensión. Por tanto, pueden concentrar los contaminantes que están presentes en su hábitat. Al igual que las ostras, los mejillones también tienen la capacidad de producir perlas.

Consumidos desde la prehistoria, los mejillones fueron considerados por las culturas grecorromanas como un alimento noble, servido en fiestas y ocasiones especiales. El cultivo del mejillón, llamado Mitilicultura, tiene su inicio atribuido al irlandés Patrick Walton, quien naufragó en la bahía de Aguillon, en Francia, donde extendió una red para pescar aves. Sin embargo, las redes se convirtieron en un lugar de gran fijación de mejillones, que comenzaron a servirle de alimento. Desde entonces, la mitilicultura se ha desarrollado en varias partes del mundo, contribuyendo a la actividad comercial de varios países.

En Brasil, el cultivo de mejillón comenzó en la década de 1970 por investigadores de la Universidad de São Paulo, el Instituto de Pesca de São Paulo y el Instituto de Investigaciones Navales. Actualmente, el estado de Santa Catarina es el mayor productor de ostras y mejillones, representando más del 90% de la producción nacional. La especie de mejillón más abundante en Brasil es la Perna Perna.

Hábitat natural

Los mejillones habitan en las costas rocosas de la región intermareal y se pueden encontrar a una profundidad de hasta diez metros. Viven adheridos a las rocas mediante una estructura filamentosa muy resistente, los bisontes, formando densas colonias. Se encuentran con mayor frecuencia en costas más expuestas a la acción de las olas que en lugares protegidos.

Debido a que viven en la región intermareal, los mejillones están adaptados para permanecer expuestos a la mayor parte del tiempo. Sin embargo, en el caso del cultivo, la estrategia más utilizada es mantenerlos constantemente sumergidos, proporcionando alimento ininterrumpido y acelerando la tasa de crecimiento.

Además de poder vivir expuestos al aire, los mejillones pueden poblar lugares contaminados, adhiriéndose a pilastras de babor, cascos de embarcaciones, boyas y cualquier material sumergido o flotante que sirva de sustrato. Por tener la característica de filtrar el agua, los mejillones pueden acumular contaminantes en sus tejidos. De esta forma, se utilizan en experimentos como indicadores de contaminación química o biológica de ambientes marinos.

Los mejillones que se amontonan en los arrecifes pueden ingerir tres veces más plástico

Según los datos publicados por la ONU, el 80% de todos los desechos marinos están compuestos por plástico. Cada año, ocho millones de toneladas del material terminan en las aguas de los océanos, provocando la muerte de 100.000 animales marinos. Investigadores de varias universidades analizan cómo los mejillones pueden verse afectados por la contaminación plástica en los ecosistemas marinos.

Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Plymouth investigó cómo la tendencia de los mejillones a formar estructuras de arrecifes puede afectar la captura de desechos plásticos. Para ello, llevaron a cabo varios experimentos que consistieron en colocar agregaciones de mejillones en abrevaderos y someterlos a olas de diferentes velocidades. Además, el equipo agregó partículas microplásticas a lo largo de las pruebas, observando cómo los flujos de agua influían en el riesgo de ingestión de mejillones.

Con esta serie de experimentos, los investigadores encontraron que cuando los mejillones se agruparon en el laboratorio para formar estructuras similares a los arrecifes, pudieron ralentizar el flujo de agua sobre ellos, además de aumentar la turbulencia. El resultado de esto fue un aumento de tres veces en el plástico ingerido.

No es la primera vez que se analizan los efectos nocivos del plástico sobre los mejillones. Un estudio publicado en 2019 concluyó que la exposición de estos animales a microplásticos podría inducir una fuerte respuesta inmunitaria. El contacto con el material hace que los mejillones segreguen menos fibras adhesivas, de las que dependen para adherirse a las costas rocosas.

Los océanos, que ocupan aproximadamente el 70% de nuestro planeta, son de fundamental importancia para el mantenimiento de la vida en la Tierra. Contribuyen a la estabilidad del clima, regulan la humedad y albergan una gran parte de la biodiversidad. Por tanto, deben conservarse y protegerse.

Morfología externa

Externamente, los mejillones constan de dos conchas o valvas de piedra caliza, que varían según el hábitat en el que viven. Debido al constante impacto de las olas, los mejillones marinos tienen valvas gruesas, desgastadas y más cortas que los mejillones de los cultivos, que quedan sumergidos.

Respiración

El aparato respiratorio de un mejillón consta de láminas branquiales y un corazón. La absorción de oxígeno se realiza mediante las láminas branquiales y membranas que existen en toda la superficie interna del mejillón. El corazón está ubicado en la porción dorsal media del cuerpo, descansando sobre los intestinos.

Alimentación

El tracto digestivo de los mejillones consta de una boca anterior, un esófago corto y un estómago, con una estructura similar a un estilete, cuyo extremo, en contacto con otra estructura del estómago, el escudo gástrico, se disuelve liberando enzimas digestivas. .

Los mejillones son animales alimentados exclusivamente por filtración, es decir, extraen su alimento del agua utilizada en el proceso respiratorio. Las láminas branquiales, además de absorber oxígeno, actúan en la selección de partículas de alimentos, formadas por algas microscópicas, bacterias y desechos orgánicos. La alimentación es un proceso continuo, interrumpiéndose únicamente cuando los mejillones quedan expuestos al aire o quedan sometidos a cualquier otra condición ambiental desfavorable, como la baja salinidad.

reproducción

Los mejillones son animales de sexos separados, con raros casos de hermafroditismo. Las glándulas sexuales se encuentran repartidas por toda su estructura interna. Durante la maduración sexual, estas glándulas se convierten en gametos, producidos por las gónadas. Cuando los mejillones alcanzan la madurez sexual, se emiten gametos estimulados por factores físicos o climáticos. La fertilización se produce en el medio acuático, fuera del cuerpo del animal.

Para concluir, los mejillones tienen una gran importancia ecológica. Como son animales de filtrado y se alimentan de algas microscópicas, bacterias y partículas en suspensión, los mejillones pueden acumular contaminantes que están presentes en su hábitat. Por tanto, se consideran indicadores de contaminación.