Aceite de ajo: para que sirve y beneficios

El aceite de ajo se puede agregar a los alimentos y tiene propiedades farmacológicas.

aceite de ajo

El aceite de ajo es considerado un complemento alimenticio y un producto a base de hierbas por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa). Al no ser un medicamento a base de plantas (solo un medicamento a base de plantas), no necesita ser sometido a varias pruebas para ser recomendado como alternativa para algún tipo de tratamiento. Aun así, contiene una recomendación de uso (especie de prospecto) que el consumidor debe seguir al pie de la letra. Siempre es importante que exista una guía médica para el uso del producto para que no haya efectos negativos, como intoxicación o sobredosis.

El ajo es parte de la vida de casi todos los brasileños, especialmente en la cocina. La especie allium sativum (nombre científico del ajo) es originaria de Asia Central, perteneciente a la familia de los lirios. Otros nombres conocidos para el condimento son ajo de jardín, ajo de hueso o ajo de hortensia. Además de ser popular, el ajo es muy utilizado en la cocina y de fácil acceso, pero lo que pocas personas saben es que tiene propiedades terapéuticas y farmacológicas gracias a su compuesto activo llamado alicina. Entre sus principales acciones y beneficios se encuentran:

  • Antibacteriano;
  • Antioxidante;
  • Fibrinolítico;
  • Anticoagulante;
  • Diuréticos;
  • Preventivo de arteriosclerosis y enfermedades cardiovasculares;
  • En el tratamiento del colesterol alto;
  • Diez beneficios para la salud del ajo.

Para que sirve el aceite de ajo

Gracias a sus diversas propiedades, el ajo tiene un amplio abanico de aplicaciones, como problemas cutáneos (acné), infecciones del tracto urinario, micosis, enfermedades respiratorias (asma y bronquitis), dolores de cabeza, dolores de muelas, diarreas e incluso diabetes.

El aceite de ajo todavía sirve para tratar:
  • Infecciones de la piel
  • caída de cabello
  • caspa
  • dolor de garganta
  • colesterol alto
  • problemas cardiovasculares
  • deterioro cognitivo
  • cáncer
  • infecciones de oído
  • inmunidad
  • salud ósea en mujeres
  • resistencia al ejercicio
  • repelente contra mosquitos
  • heridas
  • diabetes

Para que el ajo y sus derivados como el aceite de ajo mantengan sus efectos no se pueden calentar. Desde el momento en que el ajo se calienta, las moléculas que se consideran principios activos se “rompen”, perdiendo así algunas propiedades. Para que el aceite de ajo mantenga sus ventajas al extraerlo, debe pasar por un proceso de extracción en frío, en el que se controla la temperatura, evitando así la degradación de los principios activos. Las cápsulas de aceite de ajo deben contener de tres a cinco miligramos de alicina.

Hay una serie de ventajas al usar aceite de ajo, pero siempre es una buena idea verificar la composición y asegurarse de que la cantidad de alicina presente esté dentro de los estándares estipulados. También es fundamental observar si no existen conservantes que puedan ser perjudiciales para la salud, como los parabenos.

Un estudio publicado por Fitoterapy Journal mostró que el ajo tiene propiedades antifúngicas contra cándida, malassezia y dermatofitos. Otro estudio publicado por Journal Nutrition encontró que el ajo previene el cáncer de piel debido a la alta concentración de fitoquímicos.

Cómo hacer aceite de ajo

El aceite de ajo casero no tiene las mismas propiedades que el aceite de ajo puro. Pero puedes hacer una versión para agregar a la comida. Para ello, pele tres dientes de ajo crudo y déjelo reposar en la cantidad equivalente a un vaso de aceite vegetal como aceite de oliva, aceite de coco, aceite de pepita de uva, entre otros; durante 30 días en un recipiente de vidrio muy oscuro. Luego cuele y coloque el aceite de ajo en el refrigerador para una mejor conservación.

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