¿Qué son los neonicotinoides?

Los neonicotinoides son un grupo de pesticidas que se utilizan en la agricultura. Actúan para eliminar insectos, pero también pueden dañar la salud humana

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Imagen de Bence Balla-Schottner en Unsplash

Los neonicotinoides son un grupo de insecticidas utilizados en agricultura y veterinaria que actúan sobre los receptores de los insectos generando intoxicación neurológica. Actúan de forma similar a la nicotina, impidiendo la transmisión de impulsos nerviosos. Pero también pueden ser perjudiciales para los humanos, provocando posibles daños motores, cambios en los signos vitales e incluso la muerte. Los neonicotinoides generalmente se encuentran bajo los nombres que representan:

  • Imidacloprid
  • Acetamiprida
  • Nitempiram
  • Tiametoxam
  • Clotianidina
  • Dinotefurano
  • Tiacloprid

Exposición ocupacional o accidental

Las intoxicaciones accidentales, intencionales o las exposiciones ocupacionales a sustancias con potencial tóxico son casos frecuentes en los departamentos de emergencia de los hospitales de todo el mundo. Solo en los Estados Unidos, en 2011, hubo alrededor de 2,3 millones de llamadas asociadas con intoxicación. En los países de América Latina, las cifras también son elevadas y han ido en aumento en los últimos años, incluidos los casos de plaguicidas utilizados en la agricultura.

La diferencia entre insecticida, fungicida y raticida

Dentro del grupo de plaguicidas no es habitual diferenciar entre insecticidas, fungicidas y raticidas. En lo que respecta a los insecticidas, los grupos más abordados y estudiados son los inhibidores de la colinesterasa y los clorados, con poca información sobre los neonicotinoides. Pero es sumamente importante hablar de insecticidas neonicotinoides. Con el fin de mejorar la atención en el manejo, identificación en la práctica clínica, diagnóstico y tratamiento adecuado para prevenir complicaciones y reducir su uso cuando sea posible.

Historia de uso

Los neonicotinoides se descubrieron a fines de la década de 1980 y se utilizan ampliamente en el control de plagas, tanto en cultivos como en animales domésticos. Esto se debe al hecho de que tienen una toxicidad relativa baja en humanos.

Plantas e insectos objetivo

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Imagen editada y redimensionada de Phoenix Han en Unsplash

Los neonicotinoides tienen ciertas características físicas y químicas que hacen que sean absorbidos por las raíces de las plantas y distribuidos por toda su estructura, haciendo que estas plantas sean tóxicas por períodos de tiempo variables. Algunos ejemplos de cultivos en los que se utiliza esta clase de insecticidas son los cultivos de maíz, melón, manzana y uva. Tienen una estructura química similar a la de la nicotina y afectan a una variedad de insectos. Entre los insectos más afectados se encuentran pulgones, cigarras, moscas blancas, escarabajos, cochinillas y ácaros.

Toxicidad para los humanos

El imidacloprid , que pertenece a la familia química de los neonicotinoides, la variedad de uso agrícola más extendida en el mundo desde principios de la década de 1990 y fabricada principalmente por Bayer, es un neonicotinoide de primera generación, que, como todos los demás neonicotinoides, actúa como agonista de los receptores nicotínicos de los insectos. Este es uno de los plaguicidas implicados en los casos clínicos, y el metabolito activo denitroimidacloprid es altamente tóxico para los vertebrados, con acción agonista sobre los receptores nicotínicos α4β2 centrales que activan la movilización del calcio intracelular y las vías de señalización extracelular, y produce una fase neurológica excitadora inicial. seguida de parálisis neuromuscular (la principal causa de muerte por esta intoxicación).

Otro aspecto a destacar, que contribuye a la toxicidad de los neonicotinoides en humanos, es el solvente utilizado en varias partes del mundo, la N-metil-pirrolidona. Este compuesto explica la mayoría de los síntomas gastrointestinales que presentan los pacientes que ingieren estos plaguicidas, básicamente por sus efectos irritantes directamente sobre la mucosa del tracto gastrointestinal y por su solubilidad en grasa.

Efecto sobre las abejas

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La imagen editada y redimensionada de Taga está disponible en ABSFreePics.com

Los estudios han demostrado que los pesticidas de la familia de los neonicotinoides tienen efectos nocivos sobre insectos benéficos como las abejas, que son importantes polinizadores del 90% de las angiospermas (plantas que dan fruto), especialmente los melones. Los bioensayos de laboratorio concluyeron que la exposición de las abejas a los compuestos neonicotinoides, que se realiza mediante la pulverización e ingestión de alimentos contaminados con dosis más altas y más bajas recomendadas por los fabricantes, es un hilo extremadamente dañino para las abejas.

  • La importancia de las abejas

Alternativas

Toda esta información nos lleva a cuestionarnos si los problemas ocasionados por estos plaguicidas justifican su uso. Una alternativa para evitar consumir este "veneno" es buscar alimentos orgánicos, que se producen mediante otras técnicas agrícolas que no utilizan pesticidas, hormonas u otros químicos. Los alimentos producidos en base a los principios de la agroecología son un ejemplo en este sentido.