Beneficios de la música para el cerebro

Los estudios demuestran que aprender a tocar instrumentos musicales estimula diferentes áreas del cerebro

Beneficios musicales

Los beneficios de la música son un factor que anima a las personas a aprender a tocar un instrumento musical o, al menos, a manifestar ese deseo en algún momento de sus vidas. Y nuevos estudios muestran que esto puede ser una buena idea. La música afecta positivamente la estructura y función de diferentes regiones del cerebro, cambiando la forma en que se comunican y la reacción del cerebro a diferentes estímulos sensoriales.

El aprendizaje musical tiene el potencial de promover la plasticidad neuronal, además de convertirse en una herramienta educativa, abordando las dificultades de aprendizaje.

Tres estudios sobre este tema se presentaron, en 2013, en la reunión anual de la Society for Neuroscience (Society for Neuroscience, en traducción libre), que muestran que tocar un instrumento musical durante un período prolongado genera nuevos procesos en el cerebro en diferentes etapas de la vida y que impacto en la creatividad, la cognición y el aprendizaje. Obtenga más información sobre los tres estudios y vea los beneficios de tocar un instrumento:

El beneficio de comenzar temprano

Yunxin Wang, del Laboratorio Estatal Clave de Neurociencia Cognitiva y Aprendizaje de la Universidad Normal de Beijing en China, y sus colegas investigaron los efectos del aprendizaje musical en las estructuras cerebrales de 48 adultos chinos entre 19 y 21 años. Todos ellos ya habían estudiado música durante al menos un año entre los tres y los 15 años.

A través de este estudio se descubrió que el aprendizaje musical entre jóvenes y niños fortalece el cerebro, especialmente las regiones que influyen en las habilidades del lenguaje y las funciones ejecutivas.

El volumen del cerebro en las regiones relacionadas con la escucha y la autoconciencia parecía ser mayor en las personas que comenzaron el estudio musical antes de los 7 años. Según los investigadores, esto sugiere que la formación musical en los niños puede utilizarse como una herramienta terapéutica.

Para Wang, el estudio proporciona evidencia de que el aprendizaje musical de los niños puede cambiar la estructura de la corteza cerebral. En una entrevista con Medscape Medical News , Wang dijo que tiene muchas investigaciones que muestran que el entrenamiento musical tiene varios beneficios cognitivos, como una mejor memoria, una mejor discriminación de tonos y una atención selectiva.

Los sentidos influenciados por la música

El entrenamiento musical mejora la capacidad del sistema nervioso para integrar información de múltiples sentidos. Si bien la investigación previa sobre el impacto del aprendizaje musical se ha centrado en el procesamiento audiovisual, la investigación realizada en la Universidad de Quebec, Canadá, va más allá, buscando verificar la relación con todos los sentidos.

Para medir cuánto puede afectar el entrenamiento musical al procesamiento multisensorial, los investigadores asignaron dos tareas a un grupo de músicos capacitados y a un grupo de personas que no son músicos: estas tareas trataban de tocar y escuchar al mismo tiempo. Si bien las pruebas señalaron que las capacidades para detectar y discriminar la información son las mismas para un solo sentido, los músicos lograron separar mejor la información auditiva de la táctil recibida simultáneamente en relación con los no músicos.

El investigador responsable de este estudio afirmó que los resultados obtenidos impactarán claramente en el campo de la rehabilitación, ya sea para las personas con discapacidad en una o ambas modalidades, o para las que se están recuperando de un infarto, enfermedad degenerativa o incluso las que están envejeciendo.

Creatividad humana e improvisación musical

El último estudio utilizó resonancia magnética funcional para observar la improvisación musical de 39 pianistas con diferentes niveles de formación en la improvisación. Se encontró que los improvisadores más experimentados mostraron una mayor conectividad funcional con otras áreas motoras, pre-motoras y prefrontales, de acuerdo con la edad y la experiencia general como pianista.

Ana Pinho, del Instituto Karolinksa en Estocolmo, Suecia, explicó que los hallazgos indican que el entrenamiento en improvisación tiene efectos específicos sobre la red neuronal involucrada en la creatividad musical. También dijo que muchos de los pianistas con más experiencia en improvisación tienen menores niveles de actividad en las áreas asociadas, sugiriendo que el proceso de creación puede ser automático y realizado con menos esfuerzo, ya que hay mayor conectividad.

Según el investigador, este estudio planteó interrogantes sobre cómo y en qué medida se puede aprender y automatizar el comportamiento creativo.


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