¿Qué es la alostasis?

Alostasis es el nombre que se le da a los mecanismos que garantizan la estabilidad fisiológica de un organismo vivo.

Alostasis

Imagen: jesse orrico en Unsplash

El concepto de "alostasis" fue concebido por Peter Sterling, médico y fisiólogo, y por Joseph Eyer, neurólogo, en 1988. La alostasis caracteriza los mecanismos y herramientas que garantizan el establecimiento y mantenimiento de la homeostasis. La cantidad de energía metabólica requerida para que un mecanismo fisiológico determinado mantenga el equilibrio fisiológico se denomina carga alostática. La descompensación de la homeostasis debido a la sobrecarga alostática en alguna herramienta de defensa del organismo puede provocar daños a la salud.

La homeostasis está garantizada por ciertos procesos fisiológicos, que ocurren en los organismos de manera coordinada. Los mecanismos que controlan la temperatura corporal, el pH, el volumen de fluidos corporales, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la concentración de elementos en la sangre son las principales herramientas alostáticas utilizadas para controlar el equilibrio fisiológico. En general, estos mecanismos funcionan a través de la retroalimentación negativa, que actúa para reducir un determinado estímulo, asegurando el equilibrio adecuado para el cuerpo.

Carga alostática

La cantidad de energía metabólica requerida para que un mecanismo fisiológico determinado mantenga la homeostasis se denomina carga alostática. La descompensación de la homeostasis debido a la sobrecarga alostática en alguna herramienta de defensa del organismo puede ocasionar varios daños a la salud. En otras palabras, cuando el cuerpo gasta más energía de la que debería para revertir el estímulo que ha roto su equilibrio, se produce una sobrecarga alostática, lo que aumenta el riesgo de enfermedad.

Una respuesta fisiológica siempre ocurre en respuesta a un estímulo que causa una ruptura de la homeostasis. Así, una acción sobre el individuo, ya sea de origen psicológico o físico, tendrá como respuesta la desviación de la homeostasis y una consiguiente reacción alostática para recuperar el equilibrio. El estrés es un ejemplo de estímulo común en la vida diaria de las personas y corresponde a un evento real o imaginario que amenaza la homeostasis, requiriendo una respuesta alostática del cuerpo.

Las expectativas de respuesta a un estímulo pueden ser positivas, negativas o neutrales. Cuando las respuestas son positivas y terminan un ciclo de agresiones, volviendo a la homeostasis, la salud del individuo no se pone en riesgo. Al contrario, cuando la carga alostática se mantiene por largos periodos o no se da la respuesta adaptativa que acabaría con el ciclo de agresiones, tenemos la sobrecarga alostática y el consecuente daño a la salud.

Este daño puede manifestarse de varias formas, en un contexto de pérdida de tejido (degeneración), hipersensibilidad, sobrecarga funcional (hipertensión) o trastornos psíquicos (ansiedad, depresión). El estrés diario puede estar relacionado con la aparición o empeoramiento de los síntomas provocados por este daño.

Conclusión

Mantener en equilibrio el entorno interno es fundamental para el correcto funcionamiento de los sistemas que componen el cuerpo de cualquier ser vivo. Las enzimas, por ejemplo, son sustancias que actúan como catalizadores biológicos, acelerando la velocidad de diversas reacciones. Para realizar su función, necesitan un ambiente adecuado, con temperatura y pH dentro de un rango normal. Por tanto, un cuerpo equilibrado es un cuerpo sano.