Comprender cómo funciona la idea que ya está en uso en algunas partes del mundo.
Los puentes vivientes son pasajes que atraviesan grandes carreteras con el fin de proporcionar un paso seguro para los animales que viven en los bosques cercanos. En estas vías hay una gran cantidad de accidentes entre conductores y animales y, para mitigar estos eventos, se construyen pasajes llenos de vegetación, aumentando la seguridad de ambos.
En su composición, los puentes tienen capas de roca, suelo, sotobosque e incluso árboles de tamaño mediano. El tamaño de los puentes varía según el tipo de especie que habita en el lugar y realiza el cruce. En áreas forestales donde hay osos, linces y otros mamíferos grandes, las estructuras son más fuertes y más grandes.
Los puentes vivientes también se conocen como ecoconductos, puentes verdes y viaductos de vida silvestre, y ya se pueden ver en diferentes partes del mundo. En el Parque Nacional Banff, Canadá, por ejemplo, actualmente hay 41 cruces que ayudan en la locomoción de la fauna local y previenen accidentes en la concurrida autopista Trans-Canada. Desde su inauguración, cerca de 11 especies diferentes de grandes mamíferos han cruzado puentes más de 200 mil veces. Holanda también decidió instalar pasajes verdes en sus carreteras y hoy ya cuenta con más de 600 pasajes para animales, lo que incluso contribuye a la preservación de especies en peligro de extinción y previene accidentes letales para humanos y animales. Mira algunas imágenes más:
