Herpes labial: tratamiento, síntomas y prevención

El herpes labial es una infección muy contagiosa y no tiene cura. Sepa como prevenir

Herpes labial

Imagen editada y redimensionada de Maria Rantanen, disponible en Flickr y con licencia CC-BY 2.0

El herpes labial es una infección viral y contagiosa que se caracteriza por la aparición de pequeñas y dolorosas ampollas en los labios, boca o encías. El problema es causado principalmente por el virus del herpes simple tipo 1, pero la principal causa del herpes genital, el virus del herpes simple tipo 2, también puede causar herpes labial.

El herpes no tiene cura, y tenga cuidado de no confundir al hablar: ¡la palabra "herpes" es masculina! Una vez que el virus se ha instalado en el cuerpo, está dormido y puede regresar ante varios factores. Aproximadamente el 90% de la población mundial tiene el virus del herpes, pero solo el 20% de estas personas desarrollan la enfermedad. Los otros permanecen con el virus "latente" en el cuerpo durante varios años.

Los síntomas del herpes labial

Los síntomas iniciales aparecen en las dos primeras semanas después del contacto con el virus y pueden ocurrir antes de que aparezcan las ampollas. La persona infectada puede tener dolor de garganta, ganglios linfáticos en el cuello, dolor al tragar y fiebre de hasta cinco días.

El herpes labial puede dar señales de que aparecerá a través de una picazón leve, hormigueo y ardor, que pueden ocurrir dos días antes de que aparezcan las lesiones. Estos últimos se identifican por pequeñas ampollas, llamadas vesículas, que se agrupan y provocan enrojecimiento e hinchazón en la región afectada. En algunos casos, estas vesículas se infectan, provocando pus y generando pequeñas heridas después de su ruptura.

Una erupción de herpes labial implica:

  • Lesiones cutáneas o erupciones en los labios, boca y encías;
  • Ampollas en una zona elevada, roja y dolorosa;
  • Burbujas que se forman y revientan, liberando líquido;
  • Costras amarillas que se aflojan para revelar una piel rosada curativa;
  • Varias pequeñas burbujas que se unen para formar una burbuja más grande.

Además de infectar los labios, en el caso del herpes labial, algunos casos de herpes pueden llegar a otras regiones del cuerpo como los ojos, la nariz, los muslos y las nalgas; suelen ser regiones cercanas a donde ya se encuentran el herpes labial o los genitales. Lo recomendable siempre es acudir al médico cuando se sientan los primeros síntomas, porque hay casos en los que la enfermedad progresa hasta un punto en el que ni siquiera los medicamentos van a tener efecto sobre las secuelas, que pueden ser irreparables.

La persona que padece de herpes labial puede sufrir la manifestación de la enfermedad que se presenta durante varias veces al año, frecuencia que viene determinada por factores como la competencia del sistema inmunológico del individuo y el tipo de vida que lleva. Con el tiempo, las recurrencias tienden a volverse cada vez más débiles y espaciadas.

Prevención del herpes labial

La contaminación ocurre por contacto entre personas a través de la saliva, la piel o los labios del paciente infectado. También puede ocurrir al compartir objetos, como vajilla, maquillaje, toallas y más artículos que estén infectados, en caso de que el individuo sea susceptible o tenga predisposición a la enfermedad.

Cuando hay lesiones visibles de herpes, la cantidad de virus en la cavidad oral aumenta unas mil veces, lo que hace que la transmisión en esta etapa sea mucho más probable que ocurra. Sin embargo, de vez en cuando el virus aparece en la saliva, manteniendo al paciente contagioso durante unos días, incluso cuando no hay una lesión activa de herpes. No existe vacuna contra el herpes, por lo tanto, la prevención debe basarse en las situaciones que suelen desencadenar crisis, como:

Evite la exposición prolongada al sol y aplique protector solar en los labios.

La exposición a los rayos ultravioleta es uno de los factores que pueden contribuir a la reactivación del herpes labial, por lo que la aplicación de protector solar (o aceite de coco) en los labios y la cara debe ser un hábito diario si padeces este virus. El uso del protector parece ser más eficaz que los ungüentos para prevenir las recurrencias del herpes labial inducidas por la exposición al sol.

No se estrese

Además del sol, factores como el estrés, la ansiedad y la mala calidad del sueño pueden desencadenar nuevas crisis, ya que los brotes de herpes suelen ocurrir cuando nuestro sistema inmunológico está bajo, lo que nos hace más propensos a desarrollar algunas enfermedades. Así que trate de consumir muchas vitaminas y nutrientes para protegerse.

Evite los alimentos procesados

Al consumir alimentos procesados, anotar en su composición si no ha sido enriquecido con arginina. Para evitar el herpes, es importante reducir o eliminar el consumo de alimentos que tengan esta sustancia en exceso, como frutos secos, chocolate, coco, queso y harina de trigo, ya que facilitan el desarrollo del virus. Para disminuir la frecuencia de aparición del herpes, consuma alimentos ricos en vitamina C, como el kiwi y la naranja (ya que fortalecen el sistema inmunológico), y los que contienen lisina, que se encuentra en la leche, el maní, el pescado y los guisantes. La lisina, a su vez, es un aminoácido que reduce la multiplicación del virus, haciendo que la herida aparezca con menos frecuencia.

Tratamiento de herpes labial

Existen tratamientos para el herpes labial que utilizan remedios controlados o remedios naturales. Si se toman tan pronto como aparecen los síntomas, evitan las ampollas y actúan rápidamente para aliviar el dolor y el daño que podrían ocasionarse sin el tratamiento adecuado del herpes. A continuación, echa un vistazo a algunas opciones naturales y caseras que te ayudarán a completar el tratamiento de las heridas (recordando que ninguna prescinde del tratamiento clínico acompañado de un médico):

Ajo

El ajo es un alimento que se puede utilizar para tratar diferentes problemas de la piel, ya que posee propiedades antibióticas, antimicrobianas y antiinflamatorias, ayudando a secar y curar las heridas del herpes y previniendo la aparición de infecciones. Basta con cortar un diente por la mitad y pasarlo directamente sobre las heridas o ampollas, o incluso preparar una pequeña pasta para aplicar sobre la piel.

Ungüento de hierba de limón

El ungüento de bálsamo de limón casero ayuda a aliviar los síntomas del herpes labial, como dolor, enrojecimiento, picazón o ardor, y a curar el dolor de herpes, ya que el bálsamo de limón es antiinflamatorio y calmante. Ponga 20 gramos de melisa y 100 ml de aceite mineral en una sartén y déjelo a fuego lento durante unos diez minutos. Colar cuando se enfríe y frotar la llaga del herpes al menos tres veces al día, hasta que los síntomas y la llaga desaparezcan.

Vaselina

Cubrir la herida con vaselina ayuda a curar el herpes, además de proteger la herida de otras infecciones y bacterias. Se recomienda aplicar una pequeña cantidad de vaselina en la herida y dejar actuar durante la noche.

Aloe vera

El gel de aloe vera es ideal para calmar las irritaciones de la piel, ofrece un alivio rápido del dolor y combate las bacterias que irritan la herida, haciéndola desaparecer más rápido. Para usarlo, simplemente aplique el gel directamente sobre la lesión en los labios.

Extracto de propóleo

Para ayudar a curar las llagas del herpes, simplemente aplique de tres a cuatro gotas de extracto de propóleo en las llagas, aproximadamente tres veces al día. El extracto de propóleo es un excelente remedio natural que ayuda en la cicatrización de heridas, teniendo propiedades antivirales y regeneradoras que disminuirán la duración del herpes y facilitarán la cicatrización de la piel. El extracto de propóleo se puede comprar fácilmente en farmacias, droguerías o tiendas naturistas y no debe ser utilizado por personas con antecedentes de alergia al propóleo.

Tés

Hay varios tés en el mercado que tienen poderosas propiedades antivirales para el tratamiento del herpes labial. La solución más sencilla para disfrutar de los beneficios del té es beberlo. Otra forma es aplicar un sobre húmedo y caliente varias veces sobre la herida. Para ello, utilice tés como zarzaparrilla, té negro y flores de caléndula.

Recuerde consultar a un profesional. Solo él puede indicar el mejor tratamiento según el agravamiento y el tipo de herpes. Concierte una cita con su médico, especialmente si tiene:

  • Síntomas de herpes labial severo o que no desaparecen después de dos semanas;
  • Heridas cerca de los ojos;
  • Síntomas de herpes y sistema inmunológico debilitado (inmunosupresión) debido a una enfermedad o ciertos medicamentos.

Si el virus reaparece con frecuencia, el médico puede sugerir el uso constante de medicamentos o ungüentos específicos que ayuden en el proceso de curación. Si no se requiere tratamiento, los síntomas generalmente se resuelven en una o dos semanas. Además, es importante tomar otras precauciones durante el tratamiento:

No te metas con el herpes labial

Mantenga las manos y las uñas alejadas de la herida y nunca intente quitar la costra que generalmente se forma, ya que hacerlo dificulta la curación y prolonga la lesión. Además, debido a que la herida es altamente contagiosa, tocarla y luego rascarte los ojos u otra parte de tu cuerpo puede hacer que aparezcan nuevas ampollas.

Cambia tu cepillo de dientes

Cuando se forme la burbuja, deseche su cepillo de dientes (lea más en Cómo deshacerse de mi cepillo de dientes) que ha estado en contacto con él y comience a usar uno nuevo. Es un conductor perfecto del virus y puede acabar provocando un nuevo episodio de herpes en otra parte del cuerpo; recuerda que su aparición no se limita únicamente a los labios.