¿Qué es la musicoterapia?

La musicoterapia es un aliado en el tratamiento de trastornos del habla, motores, neuropsiquiátricos y como terapia para personas mayores

Terapia musical

La musicoterapia es una forma de terapia que estudia el potencial de la música en el cuerpo humano.

Cuando escuchamos música alegre, parece que nuestro día se aclara, ¿no? Y se puede decir lo contrario de las canciones más melancólicas. La música influye en nuestro estado de ánimo, nuestro bienestar, puede aliviar situaciones estresantes y marcar positivamente eventos memorables. La historia de la música está ligada a la historia del hombre, es una marca del desarrollo de la inteligencia y la cultura. No cabe duda de su influencia en nuestras vidas. Pero, además de estos efectos que la mayoría de nosotros hemos experimentado, también puede traer beneficios físicos y ser un aliado en el tratamiento de enfermedades.

  • Beneficios de la música para el cerebro

La música está formada por ondas sonoras generadas por la vibración de los cuerpos. Nuestras cuerdas vocales, las cuerdas de una guitarra o la columna de aire dentro de una flauta generan vibraciones que varían según la intensidad, frecuencia y timbre.

Terapia musical

La musicoterapia trabaja sobre los efectos que las ondas sonoras provocan en el cuerpo y las asociaciones mentales que despierta la música. La música se analiza desde un punto de vista holístico, lúdico y también mecánico. Cada estilo o sonido estimula más al individuo según su contexto social, trasfondo musical y gusto personal. En 1972, surgió el primer curso de licenciatura en musicoterapia en Brasil y la profesión de musicoterapeuta fue reconocida por el Código Brasileño de Ocupaciones. Mucha gente aún no lo sabe, pero la música puede ser una herramienta preventiva y también ofrecer alivio del dolor crónico y el estrés diario.

El musicoterapeuta utiliza elementos musicales para la rehabilitación física, social y mental de sus pacientes. Mediante instrumentos musicales, canciones y ruidos, el terapeuta trata a personas con discapacidad, que pueden ser trastornos del habla, motores, psiquiátricos, etc. Dependiendo de la historia y estado del paciente se utilizan diferentes recursos. La musicoterapia puede ser pasiva o activa; en esta última, se anima a las personas a producir, tocar, improvisar, componer o cantar. La ventaja es que el paciente no necesita tener conocimientos previos. No se necesitan conocimientos técnicos musicales, ya que las funciones expresivas, creativas y de coordinación se trabajarán de cualquier forma.

Beneficios de la musicoterapia

El desarrollo cognitivo, la creatividad, la memorización, la sensibilidad, entre otros aspectos, están relacionados con el consumo de música. Además de influir en las redes nerviosas del cerebro, la música actúa facilitando la comunicación, brindando consuelo y reduciendo el dolor. Ayuda a la circulación, la respiración, alivia el dolor crónico y los síntomas del cáncer.

En cuanto al campo físico, según el ritmo de la música, la respiración se vuelve más jadeante o más tranquila, pudiendo utilizarse en crisis de estrés. Además, la presión arterial puede aumentar o disminuir, los latidos del corazón se vuelven más fuertes o más suaves. Y esto no es todo especulación, varios estudios sugieren la musicoterapia en el tratamiento de pacientes con enfermedad coronaria para reducir el riesgo de complicaciones cardíacas.

El profesional de musicoterapia puede orientar actividades que estimulen la coordinación y el desarrollo de movimientos a través de la producción sonora en varios instrumentos. De esta forma, el tratamiento beneficia la rehabilitación motora, restableciendo las funciones de las personas lesionadas o que han sufrido un ictus.

Otra herramienta de la musicoterapia es la mesa de lira, o mesa de monocordios , que consiste en una gran caja, en la que el paciente se acuesta, suspendido por pies de madera, con 42 cuerdas de acero afinadas al revés (en la mayoría de los casos). Según los musicoterapeutas, tiene el potencial de liberar tensiones, provocando una sensación de relajación profunda y puede utilizarse en el tratamiento de diversas enfermedades.

La música activa el sistema límbico (la región del cerebro responsable de las emociones, la afectividad y los comportamientos sociales). De esta forma, puede contribuir a la socialización y aumentar la producción de endorfinas. Estos motivos son algunos de los motivos por los que la musicoterapia también está muy indicada en el tratamiento de la depresión, el estrés, la ansiedad y otras enfermedades neuropsiquiátricas como el autismo.

En Brasil, muchas Asociaciones de Padres y Amigos de Excepcionales (Apaes), centros de rehabilitación, Centros de Atención Psicosocial (Caps) y Centros de Referencia de Asistencia Social ponen a disposición la musicoterapia como una de sus obras terapéuticas. Además, la musicoterapia ha sido utilizada por el Grupo de apoyo para adolescentes y niños con cáncer (Graacc). La música quita la sensación de dolor de la mente y reduce gradualmente la ansiedad que el dolor provoca en el paciente, relajando y desviando el foco del sufrimiento causado por el cáncer u otras enfermedades.

Recomendado para mucha gente

La musicoterapia se puede iniciar desde el embarazo, trabajando en el vínculo entre la madre y el bebé y también para trabajar en traumas y enfermedades como la depresión posparto.

El potencial diverso de la musicoterapia es sorprendente, ayuda en general a mejorar la calidad de vida en su conjunto. Se puede utilizar de forma preventiva en personas mayores, para mantener las funciones cognitivas y motoras, y también como ocupación que permite trabajar en el lado emocional y social. La terapia ayuda a los estudiantes con dificultades de aprendizaje, desarrolla el potencial creativo, promueve la rehabilitación de los adictos a las drogas y la reintegración social de los delincuentes juveniles.

La musicoterapia es uno de los tratamientos que apuntan a un acercamiento humano y sensible en el contacto con los pacientes. Al igual que la medicina alternativa, debe realizarse con conocimiento científico, por eso la graduación de musicoterapeutas es tan importante. La formación se centra en ofrecer un trato realizado de forma respetuosa, valorando las subjetividades de cada uno y fomentando la creatividad y el desarrollo personal en su conjunto.

  • Música y trabajo: los estudios indican qué canciones ayudan con diferentes tipos de tareas.

Incluso sin los efectos terapéuticos, escuchar música por placer también puede tener un impacto positivo en su rutina. Observa las canciones que te traen buenos recuerdos, sensaciones de calma y tranquilidad y arma tu playlist . Este proceso, además de ser divertido, puede servir como una forma de autoconocimiento, en el que te permites prestar atención a lo que es bueno para ti. Intente escuchar en el trabajo (si es posible), en casa, durante una carrera o incluso en el tráfico. Esto puede ayudar a restaurar la calma y el bienestar en momentos difíciles de la vida cotidiana.